sábado, 16 de agosto de 2008



ECOS DEL DÍA
Viernes 15 de Agosto de 2008


La comunidad misionera para la humanidad, es dirigida a todos los credos, inclusive al propio, porque la “evangelización se dirige también a la propia Iglesia”. Nuestra Misión se dirige a todas las culturas, naciones y clases sociales.

Alimentar la esperanza de los pobres exige presencia, visión e intervención de discípulos misioneros como actores sociales. El apóstol nos exhorta a “estar siempre listos, a dar razón de nuestra esperanza, con mansedumbre y respeto” (Pd. 3,15s).

CRÓNICA del día…


En un ambiente de alegría, se inició el tercer día de Congreso con el tema: Evangelización: comunidad misionera para la humanidad. La oración de la mañana estuvo a cargo de Brasil destacando a todos los Continentes, posibilitando la participación de los y las congresistas en sus diferentes idiomas, saludando al Paraguay por la fiesta de la Asunción y dedicando el día a América, continente de la esperanza, cuyo color rojo recuerda la sangre de sus mártires.

Conformada la mesa directiva se presentaron los ecos del día del Aprende y el enlace respectivo del Anuncia. La ponencia central la dirigió Mons. Edwin Kräutler, Obispo de Xingú, Brasil, quien inició recordando el aniversario de nacimiento de Mons. Oscar Arnulfo Romero y explicando que como acto de amor, no expondrá en su lengua, sino en español.

Manifestó que nuestra tarea de discípulos misioneros ha de ser profética, que anuncia y denuncia, que vive los valores evangélicos:

· Esperanza y gratuidad con, para y desde los pobres.

· Derribar los muros al estilo de Jesús que no fue pedrero sino carpintero; no construyó muros, Él hizo puertas y ventanas.

· Sentir y hacer sentir a la Iglesia como “casa de los pobres” que será casa de esperanza.
· Presencia en medio del pueblo, la esperanza nace cuando las víctimas comienzan a hablar, actuar, organizarse por su propia cuenta.

· Escuchar los gritos y clamores del Pueblo que clama por justicia, paz, unidad y equidad.

Los comentarios a la ponencia de Mons. Kräutler fueron hechos por la Superiora General de las Misioneras Combonianas, Hna Adele Brambilla quien se refirió al don de la gratuidad y la obligación de no tener ojos cerrados ante las realidades, sino responder a los diversos desafíos planteados. El Fr. Luis Cabrera, ofm, Definidor de la Orden de Frailes Menores, se refirió a la gran tarea de aprender a vivir e integrar lo diverso. Los cristianos son ciudadanos y peregrinos.

Mons Kräuter finalizó la mañana con un envío misionero, recalcando que “la misión es siempre ir hacia Galilea, hacia la Galilea de todos los continentes”.

ECOS de la mañana…

EVANGELIZACIÓN: Comunidad misionera para la humanidad


“La Iglesia esencialmente Misionera es constructora de humanidad en todas las circunstancias y ante todas las culturas”

1. La misión universal de la Iglesia no tiene patria, cultura propia, ni tiempo; la naturaleza misionera forma parte de la razón de ser de la Iglesia. Tenemos la responsabilidad de anunciar el Evangelio, traduciéndolo al lenguaje del siglo XXI para que lo asuma como propio y teniendo en cuenta la realidad concreta de cada Iglesia, en especial mirando los aspectos marcados por la pobreza, exclusión, violencia y persecución, pero sin olvidar los interrogantes de la humanidad. La Iglesia está en “Estado Permanente de Misión”.

2. La Iglesia es “encuentro” para formar, convocar y enviar a los testigos de la resurrección en “red” de solidaridad, diversidad y unidad; ahí nacen las comunidades que proponen el Reino sin periferia ni centros ni fronteras.

3. Frente a las crisis del modelo económico, social, ecológico, cultural y democrático tenemos tareas específicas que equilibrar, aunque sea difícil:
· crear y sustentar un cierto bienestar económico,
· promover la cohesión y solidaridad social interna,
· garantizar el reconocimiento cultural del otro,
· velar por la libertad y participación política de todos
· instalar un sistema jurídico que garantice la aplicación de la ley para todos.
Los modelos políticos de hoy no dan tampoco soluciones equilibradas (modelo neoliberal capitalista, modelo socialista, modelo asiático y modelo indígena). Pero la esperanza nace cuando las víctimas comienzan a hablar, actuar, organizarse; cuando los discípulos-misioneros se hacen presentes en medio del pueblo.

4. La misión nos convoca a despertar la esperanza de otro mundo posible en medio de las situaciones difíciles, porque si no hay esperanza para los pobres no hay esperanza para nadie. (DA 395). Hoy tenemos la posibilidad y la obligación de globalizar la solidaridad y a la búsqueda común de alternativas. Nuestro propio 3o Congreso Misionero Americano es expresión de esta voluntad.

5. Nuestra tarea de ser discípulos misioneros es la de ser profetas y peregrinos que denuncian y anuncian otros valores que tienen su fuente en el Reino de la Vida. La misión insertada en el corazón de la historia es un imperativo del seguimiento de Jesús y es necesaria para restaurar el rostro desfigurado del mundo como unidad en la diversidad del Espíritu Santo, que destruye los muros que construyen las injusticias y la pobreza, abriendo el horizonte de la esperanza. Jesús no es “pedrero” ni constructor de muros, sino carpintero, constructor de puertas y ventanas.

EL APLAUSO CONFIRMA...

“Desde Pentecostés la misión universal de la Iglesia no tiene más patria ni cultura propia”.

“Jesús propone demoler no solo el muro étnico entre samaritanos y judíos, el muro clerical entre sacerdotes y laicos, sino también el muro entre secta marginalizada y religión oficial, entre justos y pecadores, entre discurso y praxis, entre verdad y amor”.

“Es bueno recordar; Jesús no ha sido piedrero. No construyó muros.
El fue carpintero, hizo puertas y ventanas”.
“En Aparecida, la Iglesia se autodenominó casa de los pobres… La Iglesia casa de los pobres es una Iglesia pobre. De los pobres recibe el don de la gratuidad y la proximidad del Espíritu Santo”.

“Dios es el grito de los pobres. Dios no sufre más por nosotros, pero tiene compasión de nosotros. Y nosotros podemos exponernos al sufrimiento de los otros, porque en ellos experimentamos la compasión de Dios”.

CONCLUSIONES de los foros…

MISIÓN AD GENTES

La Misión “Ad Gentes” es “Misión para la Humanidad”, si cumple simultáneamente ser “Servicio a la Iglesia” y “Luz de las Naciones”. ¡La misión es servicio al futuro de la Humanidad! Por eso como laicos, religiosos, sacerdotes y obispos de América, asumimos con entusiasmo y corresponsabilidad eclesial la Misión Ad Gentes que implica una conversión personal y el cambio de estructuras pastorales para que el Evangelio llegue a todos los hombres y mujeres sedientos de Dios.


MISIÓN, FAMILIA Y DEFENSA DE LA VIDA

Urge una opción fuerte por la formación y acompañamiento de las familias cristianas para que sean evangelizadoras y misioneras con su vida, fidelidad y comunión. Nos comprometemos a revitalizar la Pastoral Familiar y apoyar experiencias de familias misioneras Ad Gentes.

MISIÓN Y GLOBALIZACIÓN

Reconocemos que el fenómeno de la globalización acarrea consecuencias positivas y negativas para la humanidad. Favorece la expresión plena de la Iglesia, que no pertenece a ninguna cultura y es de todas. Asumimos una nueva manera de ser Iglesia que alimenta su vida desde la escucha de la Palabra y de la realidad, para ser signo del Reino desde cada cultura y cada pueblo.

MISIÓN, EXCLUSIÓN Y MIGRACIÓN

Asumimos que la migración y exclusión son un desafío de primera categoría, palpable en la situación de niños, mujeres, hombres y familias que viven atropellos en sus derechos. La Iglesia, con valentía, debe promover proféticamente la cultura de la dignidad humana.

MISIÓN Y LAICADO

Impulsados por el Espíritu Santo, los laicos y laicas de todos los pueblos, etnias y culturas del continente americano, en comunión con los Obispos, Sacerdotes, Religiosas y Religiosos, asumimos el compromiso de una formación integral: espiritual, pastoral y misionera, que nos haga corresponsables de la Gran Misión Continental y Ad Gentes.

MISIÓN Y JUVENTUD

Los jóvenes, como presente y futuro de la Iglesia, asumimos el Proyecto Misionero Americano con las siguientes dimensiones: Espiritualidad, para poder ver donde caminamos; Responsabilidad, para asumir consecuencias y no interrumpir el camino; y Mística que integre formación, proyecto personal y compromiso.

MISIÓN, ACTIVIDAD Y DIGNIDAD HUMANAS

Asumimos como Iglesia el desafío de experimentar y suscitar cambios concretos y estructurales que promuevan verdaderamente la dignidad humana, desde la formación misionera integral y permanente, las nuevas organizaciones parroquiales en red y la apertura a nuevos espacios misioneros.

MISIÓN, CULTURAS Y PUEBLOS

Como Iglesia valoramos y respetamos a los pueblos indígenas y afro descendientes del continente, asumimos la urgencia de reconocer sus espacios, expresiones y tradiciones para que tengan su lugar en la sociedad y en la Iglesia. Nuestro espíritu misionero se fortalece en escuchar, aprender y anunciar explícitamente a Cristo en las diversas culturas.

MISIÓN Y ECOLOGIA

Anunciamos la Buena Nueva para restaurar el orden en la naturaleza, en comunión con lo que el mundo espera: renovar en todos los pueblos, culturas y corazones el rostro de la Humanidad mediante la conversión y la salvación; y desarrollar una conciencia creciente en su lucha por la conservación del medio ambiente.


MISIÓN Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Con la fuerza del Espíritu Santo y a la luz del mandato de Jesús “Vayan y anuncien el Evangelio”, queremos responder a las nuevas situaciones históricas, sociales y eclesiales, comunicando el amor de Dios y la Buena Nueva del Reino con una comunicación testimonial, coordinada e integrada en la pastoral ordinaria, para construir la unidad y la comunión.

MISIÓN, ECUMENISMO Y DIALOGO INTERRELIGIOSO

Contemplamos “las semillas del Verbo” en cada pueblo, cultura, religión y creencia: por ello asumimos un diálogo, encuentro y cooperación ecuménica e interreligiosa desde nuestra propia identidad de Discípulos Misioneros de Jesucristo.

MISIÓN, EDUCACIÓN Y MUNDO INTELECTUAL

Somos Iglesia educadora y nos comprometemos a crear, con los actores del ámbito educativo, espacios de formación y diálogo profético para ser testigos de la Buena Nueva del Reino en el mundo contemporáneo.

ESPIRITUALIDAD MISIONERA

Queremos vivir una espiritualidad de Discípulos Misioneros, una espiritualidad de las bienaventuranzas encarnada en la vida: contemplativos, alegres, comunicadores de la experiencia de Dios, pobres, sencillos, itinerantes, capaces de buscar y escuchar a todos, con confianza en el Espíritu.

MISIÓN Y FUNDAMENTALISMO RELIGIOSO

Interpelados por el Señor de la Historia, que nos llama a la unidad en el Amor, rechazamos toda actitud fundamentalista dentro y fuera de la Iglesia Católica, y nos abrimos al pluralismo y al diálogo que aúna a las personas y a los pueblos en la construcción de la armonía y la paz.

MISIÓN Y PRESENCIA DE LA MUJER

Siguiendo los pasos de Jesucristo, reconocemos y valoramos la presencia y participación activa de la mujer en todos los ámbitos sociales y eclesiales, y propugnamos nuevas relaciones no jerarquizadas entre mujeres y varones como riqueza para la Humanidad y para la Iglesia.

MISIÓN, CIENCIA Y TECNOLOGIA

Queremos orientar la incidencia de la ciencia y la tecnología en el desarrollo de la humanidad, a partir de los valores propios del Evangelio, para que esté al servicio de la Evangelización y de la cultura de la vida. La ciencia y la tecnología estén al alcance de todos, posibilitando reales soluciones a la exclusión, la desigualdad, la injusticia, el hambre y la muerte.

MISIÓN Y VIDA RELIGIOSA

Los religiosos y religiosas, estamos llamados a ser Discípulos Misioneros con sólida espiritualidad trinitaria de la acción entre los más pobres y diferentes; con un corazón indiviso y solidario que ama a todos; encarnados en cada cultura de manera desprendida y despretendida; proponiendo vivencial y proféticamente los valores alternativos del Reino; y abiertos a la Misión y al envío Ad Gentes.



CAM3


La opción preferencial por los pobres debe "atravesar a todas nuestras estructuras y prioridades pastorales".

Quito (EVARED) - Entre alegría, camaradería, aplausos y cantos sabor a vida, el CAM3 va dando sus resultados bastante alentadores, producto de reflexiones colectivas a través de los diversos FOROS que terminan hoy viernes al cierre de la tarde.

Aquí algunas conclusiones condensadas a manera de resuménes que orientarán la misión en Amércia:

Toda Teología es Teología de la Misión. La Teología de la Misión es, al mismo tiempo, teología fundamental y pastoral, discurso nuclear de radiación, discurso ’performativo’ y no solamente ’informativo’" (SpS 4), un discurso que debe transformar nuestra vida y la de los otros.

La opción preferencial por los pobres debe "atravesar a todas nuestras estructuras y prioridades pastorales". No existe algo más contextualizado y más universal que el sufrimiento de los pobres… La universalidad contextual de los pobres presupone el largo camino de la construcción de un proyecto común. En los trámites de la justicia, la Iglesia no es jueza entre las partes, sino "abogada de la justicia de los pobres". Ella es parcial. Esa es su misión pneumatológica, ser "consoladora", "intercesora" y "abogada".

La naturaleza misionera forma parte de la razón de ser de la Iglesia. Aparecida nos convoca nuevamente a los bautizados para asumir el discipulado de manera urgente. "Para que tengan la vida y la tengan en abundancia".

Hoy tenemos la posibilidad y la obligación de globalizar la solidaridad y a la búsqueda común de alternativas. Otro mundo es posible. Nuestro propio 3o Congreso Misionero Americano es expresión de esta voluntad. Delante de la gravedad de los problemas, todos somos aprendices. No tenemos una receta pronta. Pero la esperanza nace cuando las víctimas comienzan a hablar, actuar, organizarse; cuando los discípulos-misioneros se hacen presentes en medio del pueblo.

Como Iglesia tenemos hoy tres alternativas: Atemorizados, enterrar los talentos que hemos recibido; insertarnos en el sistema capitalista y proponer pequeños maquillajes; o intervenir con señales de justicia en el mundo injusto y lanzar las semillas del Reino.

Lo cierto y decisivo para la vida eterna no es la pertenencia al grupo verdadero, sino la práctica de la justicia y de la caridad, también los otros creyentes en Cristo y la humanidad pertenecen a la "católica unidad". "Anunciar la Buena Nueva a los pobres" significa derribar los muros de separación que la sociedad permitió construir no solo entre países, sino también en el interior de cada país y cada persona.

Con el lanzamiento de la Gran Misión Continental, el día domingo 17 se dará por clausurada el CAM3, en el Estadio de Liga Deportiva Universitaria.

El lanzamineto de la Gran Misión Continental estará presidida por Dom Raymundo Damasceno, Arzobispo de Aparecida, Brasil. Presidente del CELAM.

Durante el lanzamiento, se proyectará, el Mensaje del Papa Benedicto XVI (video).


1 comentario:

Missões dijo...

Olá!
Fiquei muito feliz em encontar o vídeo de fotos que eu preparei do Congresso Missionário. Também gosto das figuras que lá estão! muitas vezes uso no perfil do meu Orkut!
Abraços!
Bernadete