sábado, 1 de noviembre de 2008

Papa encabezó celebración de Día de Todos los Santos

Benedicto XVI afirmó que la fiesta reaviva en los cristianos la atracción hacia el cielo, lo que acelera "el paso de nuestro peregrinaje terrenal".


Ante miles de fieles y desde el balcón de su habitación en la ciudad de El Vaticano, el Sumo Pontífice encabezó el tradicional rezo del Ángelus, comentando que nuestros corazones sienten "el deseo de unirse para siempre a la familia de los santos, de la que ya tenemos la fortuna de formar parte".

Durante su reflexión, el Papa comparó la belleza de un jardín botánico, que cuenta con una gran variedad de plantas y flores con la "multitud de santos y santas, de toda edad y condición social, de toda lengua pueblo y cultura", haciendo alusión al espíritu de Dios el cual "con una extraordinaria imaginación (...) ha hecho de la tierra un maravilloso jardín", reflejado en los santos del mundo.

Al mismo tiempo, Benedicto XVI destacó que los santos gozan de la gloria del Señor en una fiesta sin fin, luego de afrontar en su peregrinaje terrenal, su parte de sacrificio; ya que "han sido pobres de espíritu, dolidos por los pecados, ávidos, hambrientos y sedientos de justicia, misericordiosos, puros de corazón, portadores de paz y perseguidores de la justicia".

LLEGÓ NOVIEMBRE...!


viernes, 31 de octubre de 2008

jueves, 30 de octubre de 2008

SOPA DE LETRAS


Busca en la "sopa de letras" el mensaje que se escribe a continuación: "Todos los hombres, conforme a su dignidad de ser personas, tienen la obligación moral de buscar la verdad, sobre todo la que se refiere a la religión."


En la siguiente sopa de letras descubre el mensaje “clave”, siguiendo las letras que, unidas, aunque no en orden, señalan el camino de la misión.

Mensaje Clave: La misión universal de la Iglesia nace de la Fe en Jesucristo


miércoles, 29 de octubre de 2008

ESTO TAMBIÉN PASARÁ...!!!


Hoy les cuento una historia que puede ayudarles a pensar en esos momentos en que la marea sube y no parece existir una luz para ver el camino de la solución...Pero también nos recuerda que hasta en los momentos de alegría y calma hay un mensaje para cada quien...la historia se llama:
"Esto también pasará"

Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:
- Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.

Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total...
Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.
El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo:

-No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje –el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey-. Pero no lo leas –le dijo- manténlo escondido en el anillo. Abrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación-

Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino...

De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso:
Simplemente decía “ESTO TAMBIEN PASARA”.

Mientras leía “esto también pasará” sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos.

El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes... y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.

El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo:

-Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.

-¿Qué quieres decir? –preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.

-Escucha –dijo el anciano-: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero.

El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: “Esto también pasará”, y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado.

Entonces el anciano le dijo:

-Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.


Un Fuerte Abrazo!!!

martes, 28 de octubre de 2008

lunes, 27 de octubre de 2008


La Réplica del Retablo de la Virgen de Chiquinquirá inició ayer su tradicional recorrido por el Lago de Maracaibo, luego de salir en procesión desde la Basílica que lleva su nombre, en el centro de la ciudad.
La Chinita realizará su primera parada en la iglesia San Rafael Arcángel, del municipio Mara, de donde partirá hoy hacia el templo de San Bartolomé, en Páez.
Reinando nuevamente en su Lago de Maracaibo se encuentra, desde ayer, María del Rosario de Chiquinquirá, ya que el recorrido lacustre del 2008 inició, después de una procesión y un homenaje al son de gaita.
A la 1:00 de la tarde, salió la réplica abordo del ferry Coquivacoa. Hoy visitará a Mara y Páez.
Los Servidores e Hijas de María partieron de la Basílica, a las 12:00 del mediodía, portando los estandartes de las diferentes cofradías o grupos religiosos que militan en la parroquia. El presbítero Eleuterio Cuevas, presidió la actividad, acompañado de los devotos.
Las flores y peticiones acompañaron a la réplica de la Virgen a lo largo de las calles: Ciencias, Páez, Libertador y hasta llegar al Malecón, donde se tenía organizado un acto.
Entre tantos signos de veneración y respeto de los fieles católicos destacó el comportamiento de los Servidores de María, de todas las edades, que en ningún instante descuidaron a la Patrona.
La Chinita realizó su primer parada en la iglesia San Rafael Arcángel, del municipio Mara, de donde partirá hoy hacía el templo de San Bartolomé de Sinamaica, en Páez, donde será recibida por el presbítero Engelbert Jackson, quien oficiará una misa, una vigilia mariana y una procesión.
A bordo del ferry Coquivacoa zarpó el Retablo, custodiado de decenas de embarcaciones de pescadores, que también se acercaron a la costa de Maracaibo para participar del inicio de la programación de las festividades que se prolongarán hasta el próximo sábado seis de diciembre, día de la procesión de la Aurora.




CON LA BAJADA DE LA CHINITA SE INICIA LA FERIA...!


Con la bajada de la Virgen del Chiquinquirá de su altar en la basílica en Maracaibo, inicia la fiesta donde se honra a mencionada virgen: La Feria de la Chinita. El venidero viernes 2 de noviembre es el encendido de luces navideñas en la avenida Bella Vista.


Ayer se realizó la tradicional "bajada" de la Virgen del Chiquinquirá (Chinita), de su altar en la basílica, ubicado en el centro de Maracaibo, y que marca el inicio de una de las mayores festividades en la región y en Venezuela: La Feria de la Chinita.

El proceso no tuvo novedad alguna con respecto a los años anteriores: la tablita donde se dibuja la virgen, rodeada con una corona y adornos con joyas, se desplaza desde su "armario" con puerta de vidrio hacia el altar principal de la basílica a través de una banda mecánica (antes de esa banda, el trabajo de bajar a la virgen lo realizaban ocho hombres) y ante todo un pueblo lleno de fervor religioso con banderas de color celeste y blanco, (estimado ayer en 10 mil personas) realiza una procesión que rodea el antiguo Paseo Ciencias (hoy, parte es el monumento a la Chinita y a San Sebastián), y se devuelve hasta la basílica donde estará expuesta al público hasta el 2 de diciembre.

Biografía de Pablo de Tarso


Nació en la ciudad de Tarso, en el Asia Menor, hoy Turquía, unos diez años después del nacimiento de Jesucristo. Su primer nombre era Saulo. Era de familia de judíos, de la tribu de Benjamín y de la secta de los fariseos. Fue educado en toda la rigidez de las doctrinas de los fariseos, y aprendió muy bien el idioma griego que era el que en ese entonces hablaban las gentes cultas de Europa. Esto le será después sumamente útil en su predicación. De joven fue a Jerusalén a especializarse en Biblia como discípulo del sabio judío más famoso de su tiempo en esa época, Gamaliel. Durante la vida pública de Jesús no estuvo Saulo en Palestina, por eso no lo conoció personalmente.

Después de la muerte de Jesús, volvió nuestro hombre a Jerusalén y se encontró con que los seguidores de Jesús se habían extendido mucho y emprendió con muchos otros judíos una feroz persecución contra los cristianos. Al primero que mataron fue al diácono San Esteban y mientras los demás lo apedreaban, Saulo les cuidaba sus vestidos, demostrando así que estaba de acuerdo con este asesinato. Pero Esteban murió rezando por sus perseguidores y obtuvo pronto la conversión de este terrible enemigo.

EL CAMINO DE DAMASCO

Saulo salió para Damasco con órdenes de los jefes de los sacerdotes judíos para apresar y llevar a Jerusalén a los seguidores de Jesús. Pero por el camino una luz deslumbrante lo derribó del caballo y oyó una voz que le decía:

--Saulo, Saulo ¿por qué me persigues? Él preguntó: --¿Quién eres tú?- Y la voz le respondió:--Yo soy Jesús el que tú persigues.Pablo añadió:--¿Señor, qué quieres que yo haga?Jesús le ordenó que fuera a Damasco y que allí le indicaría lo que tenía que hacer. Desde ese momento quedó ciego y así estuvo por tres días. Y en Damasco un discípulo de Jesús lo instruyó y lo bautizó, y entonces volvió a recobrar la vista. Desde ese momento dejó de ser fariseo y empezó a ser apóstol cristiano. Después se fue a Arabia y allá estuvo tres años meditando, rezando e instruyéndose en la doctrina del cristianismo.

Vuelto a Damasco empezó a enseñar en las Sinagogas que Jesucristo es el Redentor del mundo. Entonces los judíos dispusieron asesinarlo y tuvieron los discípulos que descolgarlo por la noche en un canasto por las murallas de la ciudad. Muchas veces tendrá que salir huyendo de diversos sitios, pero nadie logrará que deje de hablar a favor de Cristo Jesús y de su doctrina. Llegó a Jerusalén y allá se puso también a predicar acerca de Cristo, pero los judíos decidieron matarlo. Entonces los cristianos lo sacaron a escondidas de la ciudad y lo llevaron a Cesarea. De allí pasó a Tarso, su ciudad natal, y allá estuvo varios años.

Y un día llegó a Tarso en su busca su gran amigo, San Bernabé, y se lo llevó a la populoso ciudad de Antioquia a que le ayudara a predicar. Y en esa ciudad estuvo predicando durante un año, hasta que en una reunión del culto por inspiración divina, fueron consagrados sacerdotes Saulo y Bernabé, para ser enviados a misionar.

LOS VIAJES

San Pablo hizo cuatro grandes viajes que se han hecho famosos. El primero ya lo narramos en la historia de San Bernabé su compañero (en el 11 de junio). En ese viaje cambió su nombre de Saulo por el de Pablo, en honor de su primer gran convertido, el gobernador de Chipre, que se llamaba Sergio Pablo. El segundo viaje lo hizo de los años 49 al 52. En este recorrido ya es menos impulsivo que en el viaje anterior y encuentra menos reacciones violentas, pero estas no faltan y bastante graves. Visita las comunidades o iglesias que fundó en el primer viaje y se propone seguir misionando por el Asia Menor pero un mensaje del cielo se lo impide y le manda que pase a Europa a misionar. Se encuentra con dos valiosos colaboradores: el evangelista San Lucas (a quien llama "médico amadísimo") y Timoteo, que será su más fiel secretario y servidor, y a quien escribirá después dos cartas que se han hecho famosas.

La primera ciudad europea que visitó fue Filipos (en sueños oyó que un habitante de Filipos le suplicaba: "Ven a ayudarnos"). Allí le sacó el demonio a una muchacha que hacía adivinaciones y al acabárseles el negocio de los que cobraban por cada adivinación, estos arremetieron contra Pablo y su compañero Silas y les hicieron dar una feroz paliza. Pero en la cárcel a donde los llevaron, lograron convertir y bautizar al carcelero y a toda su familia. Pablo guardó siempre un gran cariño hacia los habitantes de Filipos y a ellos dirigió después una de sus más afectuosas cartas, la Epístola a los Filipenses.

Después pasó a la ciudad de Atenas, que era la más famosa en cuanto cultura y filosofía. Allá predicó un sermón en el Areópago, y aunque muchos se rieron porque hablaba de que Cristo había resucitado, sin embargo logró convertir a Dionisio el areopagita, a Dámaris y a varias personas más.

Enseguida pasó a Corinto, que era un puerto de gran movimiento de gentes. Allí estuvo predicando durante un año y seis meses y logró convertir gran cantidad de gentes. Más tarde dirigirá a sus habitantes sus dos célebres cartas a los Corintios. De allí salió a hacer su cuarta visita a Jerusalén.

Su tercer viaje lo hizo del año 53 al 56. En este viaje lo más notorio fue que en la ciudad de Éfeso en la cual estuvo por bastantes meses, Pablo logró que muchas personas empezaran a darse cuenta de que la diosa Diana que ellos adoraban era un simple ídolo, y dejaron de rendirle culto. Entonces los fabricantes de estatuillas de Diana al ver que se arruinaba el negocio, promovieron un gran tumulto en contra del Apóstol. De Éfeso partió Pablo hacia Jerusalén a llevar a los cristianos pobres de esa ciudad el producto de una colecta que había promovido entre las ciudades que había evangelizado. Por todas partes se iba despidiendo, anunciando a sus discípulos que el Espíritu Santo le comunicaba que en Jerusalén le iban a suceder hechos graves, y que por eso probablemente no lo volverían a ver. Esto causaba profunda emoción y lágrimas en sus seguidores que tanto lo estimaban.

En su quinto viaje a Jerusalén, los judíos promovieron contra él un espantoso tumulto y estuvieron a punto de lincharlo. A duras penas lograron los soldados del ejército romano sacarlo con vida de entre la multitud enfurecida. Entonces cuarenta judíos juraron que no comerían ni beberían mientras no lograran matar a Pablo. Al saber la hermana de él esta grave noticia, mandó un sobrino a que se la contara. Entonces Pablo avisó al comandante del ejército, y de noche, en medio de un batallón de caballería y otro de infantería, lo sacaron de Jerusalén y lo llevaron a Cesarea. Allá estuvo preso por dos años, pero permitían que sus discípulos fueran a visitarlo.

APELÓ AL CÉSAR

Al darse cuenta Pablo de que los judíos pedían que lo llevaran a Jerusalén para juzgarlo (para poder matarlo por el camino), pidió ser juzgado en Roma, y el gobernante aceptó su petición. Y en un barco comercial fue enviado, custodiado por 40 soldados. Y sucedió que en la travesía estalló una espantosa tormenta y el barco se hundió. Pero Jesucristo le anunció a Pablo que por el amor que le tenía a su muy estimado Apóstol no permitiría que ninguno de los viajeros del barco se ahogase. Y así sucedió. Lograron llegar a la Isla de Creta y allí salvaron sus vidas del naufragio.

Al fin llegaron a Roma, donde esperaban a Pablo con gran entusiasmo los cristianos. En esa ciudad capital estuvo por dos años preso (casa por cárcel) con un centinela en la puerta. Y los cristianos y los judíos iban frecuentemente a charlar con él, y aprovechaba toda ocasión que se le presentara para hablar de Cristo y conseguirle más y más seguidores.

Cuando estalló la persecución de Nerón, éste mandó matar al gran Apóstol, cortándole la cabeza. Dicen que sucedió el martirio en el sitio llamado Las Tres fontanas (y una antigua tradición contaba que al caer la cabeza por el suelo dio tres golpes y que en cada sitio donde la cabeza golpeó el suelo, brotó una fuente de agua).

LAS CARTAS DE PABLO

San Pablo se ha hecho famoso por sus 13 cartas en las cuales enseña verdades valiosísimas acerca de nuestra Santa Religión. Allí se ve que era un "enamorado de Cristo y de su Santa Religión". En su segunda Carta a los corintios, San Pablo narra así lo que le sucedió en su apostolado: "Cinco veces recibí de los judíos 39 azotes cada vez. Tres veces fue apaleado con varas. Tres veces padecí naufragios. Un día y una noche los pasé entre la vida y la muerte en medio de las olas del mar. Muchas veces me vi en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los judíos, peligros de los paganos, peligros en la ciudad, peligros en el campo, peligros en el mar, peligros por parte de falsos hermanos; noches sin dormir; días y días sin comer; sed espantable y fríos horrorosos; falta de vestidos para abrigarse, y además de eso, mi preocupación por todas las Iglesias o reuniones de creyentes. Quien se desanima, que no me haga desanimar. ¿Quién sufre malos ejemplos que a mí no me haga sufrir con eso"?.

LA ESCUELA CON JESÚS


ESCUELA CON JESÚS: ESCUELA DE AMOR


¿Que es la Escuelita con Jesús?
ESCUELA CON JESÚS: ESCUELA DE AMOR
UNA ESCUELA DE AMOR
Metodología de Trabajo
Un camino y cuatro pasos a seguir
1 - Catequesis Misionera
2 - Espiritualidad Misionera
3 - Servicio Misionero
4 - Comunión Misionera

ESCUELA CON JESÚS: ESCUELA DE AMOR

La "ESCUELA CON JESÚS" es el mismo camino recorrido por los Apóstoles asumidos y hecho realidad por los jóvenes de hoy.

¿QUÉ NOS OFRECE?


SU PALABRA


¿QUÉ NOS PIDE?


Su amor. Su presencia. Su camino. Su verdad. Su vida.
Ven Sígueme

Unirnos a Él.

Transformarnos en Él.

Una vida nueva que nos identifique con Él.

Su orientación.

Su misión.

Su compañía.


Id

Disponibilidad para salir a evangelizar a todos.



UNA ESCUELA DE AMOR

Jesús trató y amó a cada discípulo desde su propia realidad. Lo primero que hizo fue entrar en el corazón de cada uno y hacerse amigo. Su presencia fue siempre amorosa, la del amigo que se da a conocer y que conoce. La actitud del mejor amigo que no busca ser servido sino que se preocupa por servir a los que ama. El estilo de amar hasta el extremo dando la vida por los amigos, esa es la actitud de amigo con la que Jesús ama y enseña a amar.

Los Apóstoles perciben el amor de Jesús y se sienten llamados a amarlo. Eso fue lo que le pasó a los dos discípulos que fueron, vieron y se quedaron con Él, fue una opción para toda la vida y además llamaron a otros que vivieran esa misma experiencia como es el caso de Simón Pedro, que fue llamado por sus amigos a participar también de esa experiencia de amistad que ofrecía Jesús.

Los Apóstoles reciben del amigo esa enseñanza y quieren asemejar su vida con la del Maestro. Esa es la Escuela que enseña a amar y a ser amado. Así los Apóstoles y nosotros aprendemos lo más importante del Reino de Dios y logramos capacitarnos para ser misioneros del amor.

Ser misioneros implica dar los pasos que el Señor quiera, en la dirección que quiera, con las personas que Él quiera, hasta donde Él quiera y para lo que Él quiera. Por tanto, Jesús espera que vayamos en su Nombre, a llevar su mensaje a nuestros hermanos, el ideal y la meta de esa misión encomendada es la de ayudar a Jesús para que su Reino crezca en nosotros y en el mundo entero.

Si la misión de Jesús consistió en ser salvación de Dios para los hombres, los discípulos no son otra cosa que los canales por los cuales fluye esta salvación. Nuestra misión no puede ser otra que la de extender la Obra salvífica de Cristo. Hemos sido llamados a la empresa más maravillosa de este mundo "Trabajar en el Viña del Señor".

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Metodología

UN CAMINO Y CUATRO PASOS PARA NUESTRA ESCUELA CON JESÚS.

Más que hablar de “Reuniones” de la Infancia y Adolescencia Misionera, se habla de “Encuentros” dentro de la “Escuela con Jesús”. Ellos se continúan en la vida personal durante toda la semana. Cada encuentro tiene su dinámica y metodología propias, según el paso que se esté dando. En las GUIAS de formación encontramos diversas sugerencias para el desarrollo de cada uno de estos Encuentros misioneros.



1 - ENCUENTROS DE CATEQUESIS MISIONERA:

Es el primer encuentro , es decir, el correspondiente a la primera semana.

En el se “escucha” de la Palabra, con el consiguiente estudio sistemático de la doctrina relacionada con ella. En este encuentro los niños y adolescentes aprenden a conocer los elementos básicos del ser misioneros. Escriben, ilustran, sacan conclusiones, memorizan los mensajes principales. Es un encuentro de reflexión y de estudio para escuchar y comprender lo que Dios nos comunica para nuestra misión.

La Catequesis Misionera se propone lograr que los niños y adolescentes conozcan a Jesús y en El comprendan su misión universal. La temática del plan de formación responderá al qué y al porque de lo que Dios nos propone para la Misión Evangelizadora universal. Los contenidos que se toman para los encuentros de Catequesis Misionera comprenden los aspectos básicos de la Misión de Jesús, la misión de la Iglesia y la misión de los cristianos en el mundo.

Así, en diversos niveles, los niños y adolescentes van recibiendo Catequesis Misionera sistemática y progresiva. Los temas de la Catequesis Misionera no se repiten las próximas Catequesis, ni en los otros encuentros, en estos otros se hace la asimilación vivencial y la continuidad de los contenidos recibidos en la catequesis misionera.

Sugerencias Metodológicas:

Cada encuentro tiene su novedad y cada cuatro reuniones se inicia una nueva unidad temática según el plan de formación.

En cada catequesis misionera, la dinámica se configura en torno a la Palabra de Dios, que se escucha, reflexiona y se proyecta siempre a la misión.

En estos encuentros podemos usar los esquemas comunes de catequesis con diversas técnicas de participación. Depende de la creatividad y del ingenio del Animador que orienta el encuentro.

Convendrá aprovechar:

• La dinámica testimonial que ayude a revisar nuestro discipulado mirando como hemos cumplido nuestros compromisos misioneros de la Escuela anterior. (tener en cuenta que es el primer encuentro de la nueva escuela del nuevo mes).

• La proclamación y estudio de la Palabra de Dios, a la cual se suman las diversas formas para ayudar la comprensión de la palabra, como las representaciones del Evangelio y las simbolizaciones.

• El compromiso misionero local y universal, conforme a la Palabra escuchada y compartida.

En las Guías de Formación encontraremos diversas sugerencias para el desarrollo de las catequesis misioneras.



2 - ENCUENTROS DE ESPIRITUALIDAD MISIONERA:

Corresponde al segundo encuentro , es decir, a la segunda semana.

Es la celebración y vivencialización de lo aprendido en el primer encuentro (catequesis misionera). Se trata de que todos interioricen el mensaje aprendido, que se viva, se celebre y de esa manera se asimile.

Para ello, el contenido central de cada encuentro de espiritualidad depende del tema que se ha tratado en la catequesis misionera. Sin repetir el tema del encuentro anterior, complementa su presentación refiriéndolo a la vida personal y comunitaria: ahora se trata de profundizarlo haciéndolo entrar en el corazón y a la vida. En este encuentro se trata de responder al cómo se ha vivido lo que nos enseña Jesús y el cómo se ha de vivir ahora en la celebración o dinámica escogida y, después, en la vida diaria. Así, se profundiza comunitariamente nuestra experiencia con Jesús. Esto nos ayuda siempre a una revisión de vida, porque al conocer mejor a Jesús comprendemos el camino para asemejarnos más a El.

Los encuentros de espiritualidad misionera se proponen a renovar misioneramente la mente, el corazón, las actividades y la vida, mediante la profundización de nuestra experiencia con Jesús, la celebración de su presencia amigable y la colaboración a la obra que realiza en nosotros mismos.

Para ello, dentro de los contenidos de estos encuentros están: la vivencialización de la Historia de Salvación (especialmente en los tiempos fuertes litúrgicos), los medios para crecer en el Espíritu, las virtudes y valores cristianos, las figuras misioneras que nos muestran cómo responder fielmente a Jesús, los Sacramentos de vida nueva, el compromiso misionero, los caminos y medios para vivir nuestra espiritualidad misionera.

Sugerencias Metodológicas:

• Una Buena ambientación, que introduzca vivencial y temáticamente el encuentro. Mejor si se prepara con anticipación con algunos niños y adolescentes.

• La dinámica testimonial motiva y forma. Se puede realizar invitando a los niños y adolescentes a que comenten cómo han cumplido sus compromisos misioneros de la semana anterior.

• Proclamar y orar la Palabra lleva una experiencia especial del discipulado.

• Conforme al tema y a las circunstancias, se escoge una dinámica para la actividad central del encuentro: talleres de oración, retiros, celebraciones de la Palabra, cuadros bíblicos, celebración de la Eucaristía, dinámicas de sensibilización espiritual, etc. Lo importante es ayudar, tanto a que se experimente la presencia amorosa de Dios, como a que se ore y se celebre su Palabra para que se asimile progresivamente en la vida personal y comunitaria.

• Siempre es conveniente q que los niños y adolescentes concreten sus compromisos misioneros para la semana. Ellos han de servir para una mayor asimilación personal de lo vivido en este encuentro y para proyectar su experiencia de Jesús.


Convendrá programar un encuentro, al comienzo de año, para la elaboración del proyecto de vida personal u otro encuentro para un retiro espiritual más amplio. Así mismo, en todas las actividades convendrá dar mucha importancia a esta dimensión de la espiritualidad misionera.



3 - ENCUENTROS DEL SERVICIO MISIONERO:

Corresponde al tercer encuentro , es decir, a la tercera semana.

Aquí se ayuda a los niños y adolescentes para que den el paso de “ser” discípulos a “hacer” discípulos para Jesús, enseñando a otros lo que han aprendido de El. Los niños y adolescentes reconocen, en la acción misionera, la misión evangelizadora que han recibido desde el bautismo y que cumplen sirviendo, sobre todo a los demás niños y adolescentes del mundo. Hacen amigos para Jesús y, en su Nombre, comparten con ellos su pan, especialmente, el pan de su fe, para ayudarlos en sus necesidades.

En la IAM ellos mismos llevan la luz y el amor de Jesús y ayudan a que, tanto los niños y adolescentes como sus familiares y amigos, sean amigos de Jesús y hagan amigos para Jesús. No solo son misioneros sino buenos animadores misioneros en su propia comunidad y para el mundo entero. Por esto, el servicio misionero de estos niños y adolescentes se hará Evangelizando y haciendo animación misionera hacia todas las personas, especialmente a los niños y adolescentes.

Aunque en todos los encuentros y actividades de la IAM se asumen compromisos misioneros y se revisa su cumplimiento, en estos encuentros de “servicio misionero” se destaca y se asume con mayor fuerza la universalidad de nuestro compromiso misionero (cooperación espiritual, material y con servicios misioneros) además de asumir compromisos concretos como misioneros en nuestra propia familia, en nuestra escuela y hacia los más necesitados en nuestro propio ambiente. Son compromisos que han de marcar la orientación general de nuestro servicio misionero.

El contenido central de estos encuentros está, entonces, determinado por los contenidos de la unidad que se viene desarrollando en los encuentros anteriores. En el encuentro se responde en el que hay que hacer, al cómo hacerlo a favor de nuestros hermanos: Nuestros hermanos experimentan el amor de Jesús a través de nuestros servicios misioneros. Los encuentros de “servicio misionero” se proponen, de esta forma, conseguir que los niños y adolescentes inicien y realicen adecuadamente su servicio misionero local y universal.

Sugerencias Metodológicas:

• El servicio misionero también debe ser preparado de acuerdo a las circunstancias. Desde luego, aunque el encuentro dedica un espacio a la instrucción metodológica, la mayor parte del tiempo y de la atención convendrá que sea para preparar y realizar servicios misioneros concretos.

• Este encuentro prepara la acción concreta con la cual, tanto los niños y adolescentes como los animadores, comunican el mensaje aprendido y vivido en los dos encuentros anteriores (catequesis misionera y espiritualidad misionera). Ahora se prepara el servicio misionero que se hará a través del testimonio, las palabras, los servicios u otras actividades con las cuales comunicamos a Jesús y lo que El nos ha dado.

• Entre las diversas actividades que realizan los niños y adolescentes están: Anuncio del Evangelio a otras personas; animación misionera a otros niños y adolescentes; servicio a otros grupos; servicios misioneros en la propia familia; misiones de la propia familia; servicios misioneros en la propia escuela; actividades para conseguir oraciones y limosnas a favor de las misiones del mundo entero, colaboración en las Jornadas Misionales; celebraciones misioneras; comunicación y apoyo a nuestros misioneros que están en otros países o continentes; campamentos misión; otras actividades a favor de los niños y adolescentes mas necesitados; intercambio de experiencias con el párroco y con otros servidores de nuestra comunidad parroquial; elaboración de materiales para la animación misionera, visita a enfermos, visita a ancianos, etc.



4 - ENCUENTROS DEL COMUNIÓN MISIONERA:


Corresponde al cuarto encuentro , es decir, a la cuarta semana. Son encuentros muy importantes que se proponen revisar y fortalecer la vivencia comunitaria misionera entre los niños y entre ellos a otros hermanos.

La comunión es necesaria para la misión, Comunión con Jesús, comunión con los demás misioneros y comunión con todas las personas. Esa vida comunitaria, en Jesús, es necesaria para “permanecer en su amor” y tiene en si misma fuerza “para que el mundo crea” . En la IAM nos proponemos, por ello, formar comunidades eclesiales vivas, dinámicas y misioneras.

Estos encuentros buscan afianzar los lazos de amistad entre los miembros del grupo, crear vínculos de unidad, fraternidad y ayuda mutua. Los niños y adolescentes aprenden a compartir y se crea un ambiente propicio para que todos se sientan como se sentían los discípulos con Jesús. Es también el encuentro en donde, a la luz el Evangelio, se revisa la vida y se mide el crecimiento del espíritu misionero, de cada un y del grupo.

El tema del encuentro es la vida y servicio misionero del mismo grupo. No necesita, por tanto, hacer la continuidad temática con los tres encuentros anteriores (catequesis misionera, espiritualidad misionera y servicio misionero) aunque sería importante para compartir vivencialmente las experiencias de los encuentros anteriores.

Sugerencias Metodológicas:

• Parte fundamentalmente de la creatividad del animador.

• Este encuentro hace disfrutar lo que a los niños y adolescentes les gusta vivir y compartir, todo aquello que los ayuda a crecer y a ser mejores misioneros, lo que nos ayuda a progresar y a prestar mejor nuestro servicio misionero.

• En estos encuentros de comunión misionera se comparte una vida de grupo, la mayoría de las veces, se reúnen todos los niveles del grupo. Pero resulta muy conveniente programar, también, unos encuentros periódicos con las familias de los niños y adolescentes, con otros grupos infantiles, con e párroco y su equipo; y lo que mas le gusta a los niños y adolescentes: fiesta misioneras, paseos misioneros, convivencias. Es muy útil programar, además, un encuentro de planificación al comienzo del año y otro encuentro de evaluación al finalizar el año.

• En estos encuentros resulta útil integrar caminatas, juegos y recreación, concursos, competencias, celebraciones de cumpleaños, etc. En la Guías de formación encontraremos diversas sugerencias para el desarrollo de estas reuniones misioneras.

Después de haber dado estos cuatro pasos (catequesis misionera, espiritualidad misionera, servicio misionero y comunión misionera) en nuestra Escuela con Jesús, ahora iniciamos de nuevo los cuatro pasos con una nueva luz que Dios nos da en su Palabra (catequesis); la próxima semana la dedicaremos a asimilarla (espiritualidad); la siguiente semana nos dedicaremos a intensificar y proyectar nuestro carisma (servicio misionero); y, en la cuarta semana, disfrutaremos de actividades para fortalecer nuestra vivencia comunitaria eclesial y misionera (comunión misionera).

Y el camino sigue, después, con esos mismos cuatro pasos, en la dirección que nos indique Dios y el Plan de formación que hayamos asumido. Es nuestra Escuela de Amor con Jesús.

LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO Y EL OCTAVARIO DE LA UNIDAD

Por Jesús Martí Ballester

Entre la fiesta de la Cátedra de san Pedro y la de la Conversión de san Pablo celebramos --del 18 al 25 de enero-- la Semana de oración por la unidad de los cristianos, laudablemente propuesta en 1908 por el Rvdo. Paul Watson. Siempre hubo herejías en la Iglesia, pero los cismas fueron minoritarios.

El más resonante, el origen de la ortodoxia, es el Cisma de Oriente. Cuando el año 330 el Emperador Constantino convirtió a la antigua Bizancio en la nueva capital del Imperio Romano de Oriente, concediéndole su propio nombre, quiso Focio, Patriarca de Constantinopla, capital del Imperio Bizantino, prevalecer sobre el Papa de Roma origen del cisma del siglo IX.



¿QUIÉN ES FOCIO?

Ignacio, Patriarca de Constantinopla, que el 4 de julio del año 847 había sido elegido abad por los monjes de un monasterio de la ciudad, era un hombre muy piadoso, pero de pocas luces y obstinado en sus decisiones. En la fiesta de Epifanía del año 857 negó públicamente la comunión a un tío del Emperador Miguel III, que vivía licenciosamente con su nuera, por lo que fue depuesto y desterrado el 23 de noviembre del año 858. Y en su lugar fue nombrado nuevo Patriarca un laico llamado Focio, hombre culto y erudito, a quien en cinco días se le confirieron todas las órdenes sagradas. Quiso Focio recibir la confirmación del Papa Nicolás I. Este, que era una persona muy enérgica y muy consciente de su primacía, y quería hacer valer su autoridad en Oriente y Occidente, envió a Constantinopla a sus legados con instrucciones y facultades muy precisas, que en vez de deponer a Focio y restituir a Ignacio, como el Papa había ordenado, confirmaron en un Sínodo a Focio como Patriarca de Constantinopla. Cuando el Papa supo la deslealtad de sus legados, les excomulgó a ellos y al patriarca, lo que originó su ruptura con el Papa y la deposición del mismo Papa. La capacidad de intriga de Focio, cuya deposición, destierro, y reducción al estado laical, fue confirmada en el IV Concilio de Constantinopla, VIII ecuménico, logró granjearse de nuevo la confianza del emperador Basilio I y ser restituido como patriarca tras la muerte de Ignacio, con el beneplácito del Papa Juan VIII. Pero conocidas por el emperador León VI sus intrigas y trapisondas fue depuesto otra vez y confinado en un monasterio donde murió diez años más tarde.

MIGUEL CERULARIO

Los ortodoxos, afirman que la tercera persona de La Trinidad procede del Padre mientras los de Roma profesan como dogma que el Espíritu Santo también procede del Hijo. Por eso los de Oriente acusan a la iglesia romana de haber añadido nuevas formulas dogmáticas que ellos no pueden aceptar. De ahí la presunción de que ellos creen y enseñan lo correcto, que es lo que significa el calificativo ortodoxo. La Inmaculada Concepción, lo es a partir de la encarnación y no antes. Rechazan el celibato sacerdotal, como una vocación que no contradice la existencia de sacerdotes que elijan la vida conyugal.

En el siglo XI, siguió pretendiendo la primacía Miguel Cerulario. La pugna por el poder fue ganada por Roma con la victoria de los latinos de la cuarta cruzada, desviada por los venecianos a Constantinopla en 1204, y luego con la toma de Constantinopla por los turcos en 1453, que redujeron a los ortodoxos, pero siguieron su camino hasta hoy, con una influencia enorme en Serbia, Bulgaria, Armenia y Rusia. De noble familia bizantina, Miguel Cerulario era un ambicioso político desde muy joven. Se hizo monje, y llegó a ser patriarca en 1043, nombrado por el emperador Constantino IX. Con él se acrecentaron las diferencias que ya separaban a Bizancio y Roma. En 1052 cerró todas las iglesias y monasterios latinos de su territorio que rechazasen el rito y la lengua griega. Es el plan de todos los nacionalismos políticos, también el actual. Suprimió la comunión con pan ácimo de los latinos, el aleluya en Cuaresma, e impuso dejarse la barba que les diferenciaba de los sacerdotes romanos. Roma respondió poniendo de relieve los errores de los griegos, como el matrimonio de sus sacerdotes, y la negación de la supremacía universal del Pontífice romano.

RUPTURA DEFINITIVA

La ruptura entre ambas Iglesias se hará definitiva, con la unión a la Iglesia de Oriente de los pueblos evangelizados por ella, serbios, búlgaros, rusos y rumanos. El ataque de los cruzados francos a Constantinopla ahondará las distancias. El Patriarca Cerulario como antes Focio, quiere emular las prerrogativas adquiridas por la autoridad civil de su ciudad, aunque Constantinopla no era sede de origen apostólico. El primer Concilio celebrado en Constantinopla en 381, segundo ecuménico, se le reconocía la máxima autoridad en la Iglesia universal, después del Papa y Obispo de Roma, al patriarca de Constantinopla, pero siempre, desde los inicios, había sido reconocida por toda la Iglesia la primacía de la Iglesia Romana sobre la Iglesia Universal, lo que confirmar San Clemente Romano, San Ignacio de Antioquia, San Ireneo y la actitud del Papa San Víctor. Las disensiones surgieron por el afán de Constantinopla y sus Patriarcas de heredar en el orden religioso, como había ocurrido en el político, el lugar preeminente de Roma antes del hundimiento del imperio romano occidental.

EL PAPA LEÓN IX

Era un hombre recto, patrocinador de la reforma eclesiástica iniciada en el monasterio de Cluny, y defensor de la primacía papal. El patriarca de Constantinopla Miguel Cerulario, con muy deficiente formación teológica, tenía antipatía a todo lo occidental y, sobre todo, a la iglesia romana y al Papa, al que acusó de hereje. León IX envió una delegación a Constantinopla, encabezada por el monje Humberto, Cardenal Obispo de Silvia Cándida, quien sentía aversión a lo bizantino. Llegó a Constantinopla dispuesto a proclamar la autoridad pontificia, pero no a dialogar. Redactó una bula conminatoria y, sin entrevistarse con el Patriarca, la depositó sobre el altar de la iglesia patriarcal de Santa Sofía y se volvió a Roma tan feliz, tras haber lanzado excomuniones y entredichos a todos los jerarcas bizantinos. El Patriarca le devolvió la moneda excomulgando, a su vez, al Papa y a sus legados y rompiendo toda relación con Roma. Su posterior deposición y destierro no originaron la conclusión del cisma que todavía hoy rompe la unidad de la Iglesia. Después vendrían los cruzados, hombres, con frecuencia, incultos, rudos y rapaces, que se dedicaron al pillaje y el expolio de las buenas y sencillas gentes del pueblo; andaba por medio también la cuestión dogmática del Filioque o procedencia del Espíritu Santo.



LA REFORMA

Desde el siglo IX, pues, con el cisma de Oriente, cuando la Iglesia de divide en cristianos ortodoxos y cristianos católicos, hasta el siglo XVI, en que los cristianos se separan por obra de Martín Lutero como protestantes, los mismos que creen en Cristo, han roto la túnica inconsútil de Jesús. Y se inicia la Reforma. Lutero, el día 31 de octubre de 1517, fija en la puerta de la catedral de Witenberg 95 tesis sobre las indulgencias. Pero antes habían sido propagadas ideas, que despertaron sentimientos religiosos, como los de la "devotio moderna", y provocaron un clima de escisión de la Iglesia católica.

Antes de Lutero, pues, ya se respiraba ambiente de reforma. Las críticas de Wyclif, de Huss y de Erasmo, sobre la práctica de la religión en el seno de la Iglesia, la discusión sobre la doctrina y la religión misma, propiciaban los reformadores su labor de elaborar una doctrina nueva. Las causas eran el clericalismo, los privilegios y el monopolio cultural de los clérigos, que les confería superioridad sobre los laicos. Al romperse el monopolio y la superioridad con la aparición de los humanistas ajenos al clero, se creó una atmósfera antiescolástica y anticlerical que favoreció el desarrollo de las ideas reformistas. En cuyo origen estaban los abusos morales de algunos Pontífices y del clero, la negligencia en el cumplimiento de los deberes apostólicos, el afán de placer y la mundanización la vida ociosa de los clérigos, el sentido patrimonialista que gran parte del clero tenía de la iglesia, por el que muchos se sentían propietarios de una prebenda, la concentración de cargos, obispados, curatos, capellanías en una sola mano. Esto produjo descontento contra la Iglesia mucho tiempo antes de que estallase la Reforma, y constituyó un arma eficaz, empleada por los reformadores del siglo XVI, para conquistar al pueblo contra Roma. En el origen de la Reforma había también factores religiosos, como la falta de claridad dogmática que afectaba no sólo al pueblo sino a los mismos eclesiásticos y la extremada sensibilidad religiosa del creyente que hacía angustiosa la seguridad de la salvación eterna, más valorada incluso que la existencia terrena.

AL CONTRARIO DE NUESTRA SOCIEDAD

Los hombres de aquella época no se pueden comprender en nuestro tiempo, pues para ellos toda la vida del hombre, desde su nacimiento a su muerte, desde la mañana a la noche, estaba dominada por referencias sagradas: aquellos hombres querían asegurarse la salvación mediante un sistema de protecciones, de abogados celestiales, de mediadores de todo tipo y para todas las circunstancias, lo que criticaban los humanistas por supersticioso. La salvación eterna era un asunto tan primordial que el cristiano vivía preparándose cada día para morir. La vida tenía un valor subordinado a la forma de morir. Tenía sentido si se conseguía una buena muerte. En aquel ambiente la comunicación entre vivos y difuntos era continua. Los que vivían lo hacían pendientes de obtener recursos salvadores. Los difuntos que no habían ido el cielo directamente se beneficiaban de las misas y sufragios que les ayudarían a abreviar el purgatorio. Se facilitaba ganar indulgencias a cambio de un donativo. Eso generó la avidez de algunos, y de otros, empeñados en acumular días, meses o años de indulgencia para asegurarse el cielo. Era una religión para morir. La Curia romana, insaciable en obtener dinero para la hacienda pontificia, se atrajo con este sistema la antipatía y el odio hacia el Papado. Desprestigio del Pontífice de Roma fraguado con el tiempo. En la Edad Media los cristianos se escandalizaban de la existencia simultánea de dos Papas (uno en Roma, otro en Aviñón). Todo este conjunto se convirtió en arma de combate y en instrumento de propaganda de los reformadores, que veían el Anticristo encarnado en el Papa de Roma. Lutero y los alemanes se sintieron dominados por la obsesión del último día, y de la necesidad de instauración de una Iglesia nueva. Y acudieron a la suprema fuente de revelación, la Sagrada Escritura, pasando de intérpretes falibles y poco autorizados. La imprenta, los humanistas, los predicadores y los catequistas del pueblo analfabeto multiplicaron la necesidad de recurrir a la Biblia, inspiradora de todos los reformadores.


EL OCTAVARIO

Estudiados estos orígenes comprendemos la necesidad del Octavario, de la oración por la unión, porque es tan profundo el abismo, y tantos los intereses creados, que sólo la acción del Espíritu puede solucionarlo. Al orar estos días pedimos que se cumpla la oración de Jesús: “Padre Santo, guarda en tu nombre a aquellos que me has dado, para que sean uno como nosotros” (Jn 17,11). Son días en que oramos también por los que nunca han oído la voz del pastor, pues también dice Jesús: “Tengo otras ovejas que no son de este redil, a ésas también es necesario que las traiga, y oirán mi voz y formarán un solo rebaño con un solo pastor” (Jn 10, 16).

Debemos pedir la Unión de los Cristianos, la de nuestros hermanos separados; debemos buscar lo que nos une, sin ceder en cuestiones de fe y moral. Junto a la unidad en lo esencial, la Iglesia promueve la legítima variedad en todo lo que Dios ha dejado a la libre iniciativa de los hombres. Pedir y fomentar la unidad supone también respetar la multiplicidad, con lo que se demuestra la riqueza de la Iglesia. En el Concilio de Jerusalén los Apóstoles decidieron no imponer “más cargas que las necesarias” (He 25, 28).

En este octavario debemos esforzarnos por identificarnos con los mismos sentimientos de Jesús. Unir oración y mortificación pidiendo por la unidad de la Iglesia y de los cristianos, que fue uno de los grandes deseos de Juan Pablo II (Encíclica Ut unum sint), como lo es de Benedicto XVI.

Pedimos al Señor que acelere los tiempos de la ansiada unión de todos los cristianos. ¿La unión de los cristianos?, se preguntaba nuestro Juan Pablo II. Y respondía: Sí. Más aún: la unión de todos los que creen en Dios. Pero sólo existe una Iglesia verdadera. No hay que reconstruirla con trozos dispersos por todo el mundo.


LA IGLESIA ES SANTA Y PECADORA

La Iglesia es Santa, porque es obra de la Santísima Trinidad. Es pueblo santo, pero a la vez es pecadora, porque los hombres son pecadores y la Iglesia la constituyen hombres con sus defectos, pecados y miserias: esa realidad parece una contradicción, pero ese es el misterio de la Iglesia. La Iglesia que es divina, es también humana, todos somos polvo y ceniza (Ecclo 17,31). Por nosotros mismos somos capaces de sembrar la discordia y la desunión. Dios nos sostiene para que sepamos ser instrumentos de unidad, personas que saben disculpar y reaccionar sobrenaturalmente.

Demuestra poca madurez el que, ante la presencia de defectos en los que pertenecen a la Iglesia, se escandaliza y se tambalea su fe en la Iglesia y en Cristo. Ignoran que la Iglesia no está gobernada por Pedro, Pablo o Juan, sino por el Espíritu Santo. Jesús tuvo doce Apóstoles y uno le falló... Nuestro Señor funda su Iglesia sobre la debilidad –pero también sobre la fidelidad- de unos hombres, los Apóstoles, a los que promete la asistencia constante del Espíritu Santo.

SIEMPRE ESTARÉ CON VOSOTROS

La predicación del Evangelio no se extendió en Palestina por la iniciativa personal de unos cuantos. ¿Qué podían hacer los Apóstoles? No eran ni ricos, ni cultos, ni sabios. Jesús echa sobre los hombros de este puñado de discípulos una tarea inmensa, divina. “No me elegisteis vosotros a mí, sino que soy yo el que os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto y vuestro fruto sea duradero, a fin de que cualquier cosa que pidieres al Padre en mi nombre, os la conceda” (Jn 15,16).

La Iglesia está extendida por los cinco continentes; pero la catolicidad de la Iglesia no depende de la extensión geográfica, aunque esto sea un signo visible. La Iglesia era Católica ya en Pentecostés; nace Católica del Corazón de Cristo. Ahora, como entonces, extender la Iglesia a nuevos ambientes y a nuevas personas requiere fidelidad a la fe y obediencia rendida al Magisterio de la Iglesia. Desde hace dos mil años, Jesucristo quiso construir su Iglesia sobre una piedra: Pedro, y el Sucesor de San Pedro en la cátedra de Roma es el Vicario de Cristo en la tierra. Hemos de dar gracias a Dios porque ha querido poner al frente de la Iglesia un Vicario que la gobierne en su nombre. En estos días hemos de incrementar nuestra plegaria por el Romano Pontífice y esmerarnos en el cumplimiento de cuanto disponga. San Pablo, a quien el Señor mismo llamó al apostolado, acude a San Pedro para confrontar su doctrina: “subí a Jerusalén para ver a Cefas, escribe a los Gálatas, y permanecí a su lado quince días”. (I,18).

El Octavario concluye conmemorando la conversión de San Pablo. El martirio de San Esteban fue la semilla que logró la conversión del Apóstol. Dice San Agustín: “Si Esteban no hubiera orado a Dios la Iglesia no tendría a Pablo” (Serm, 315,7). “Sine sanguinis effusione non fit remisio”, dirá el mismo San Pablo, “la redención sólo se logra con la efusión de la sangre”, o con el martirio de la sangre o con el martirio del corazón, que eso es el morir cada día. Por eso decía Juan Pablo II en el octavario del 2005: “Sin oración y sin conversión no hay ecumenismo”. El principal obstáculo para la conversión, dice Scott Hahn, lo ofrecen los mismos católicos... El principal apostolado que hemos de realizar en el mundo es contribuir a que en la Iglesia se respire el clima de la auténtica caridad. Debemos acudir a la Virgen María para ser más humildes y, por tanto, más fieles.