sábado, 13 de septiembre de 2008

LAS MANOS DE DIOS


Cuando observo el campo sin arar, cuando las herramientas de labranza están olvidados, cuando la tierra esta quebrada y abandonada me pregunto:

- ¿Dónde están las manos de Dios?


Cuando observo la injusticia, la corrupción, el que explota al débil. Cuando veo al prepotente y pedante, enriquecerse del ignorante y del pobre, del obrero y del campesino carente de recursos para defender sus derechos, me pregunto:

¿Dónde están las manos de Dios?


Cuando contemplo a esa anciana olvidada, cuando su mirada es nostálgica y balbucean aún palabras de amor por el hijo que la abandonó, me pregunto:

¿Dónde están las manos de Dios?


Cuando miro a ese joven, antes fuertes y decididos, ahora embrutecido por la droga y el alcohol. Cuando veo titubeante lo que antes era una inteligencia brillante y ahora con harapos, sin rumbo, sin destino; me pregunto:

¿Dónde están las manos de Dios?


Cuando esa chiquilla que debería soñar en fantasías, la veo arrastrar la existencia y en su rostro se refleja ya el hastío de vivir, y buscando sobrevivir se pinta la boca y se ciñe el vestido y sale a vender su cuerpo; me pregunto:

¿Dónde están las manos de Dios?


Cuando aquél pequeño a las tres de la madrugada me ofrece su periódico o su miserable cajita de dulces sin vender. Cuando lo veo dormir en la puerta de un zaguán o debajo de algún puente temblando de frío, con unos cuantos periódicos que cubren su frágil cuerpecito. Cuando su mirada me reclama una caricia, cuando lo veo sin esperanza vagar con la única compañía de un perro callejero, me pregunto:

- ¿Dónde están las manos de Dios?


Y me enfrento a él y le pregunto:

- ¿Dónde están tus manos Señor?, para luchar por la justicia, para dar una caricia, un consuelo al abandonado, rescatar a la juventud de las drogas, dar amor y ternura a los olvidados.


Después de un largo silencio, escuché su voz que me reclamó:

- ¿No te has dado cuenta que TÚ eres mis manos? ¡Atrévete a usarlas para lo que fueron hechas, para dar amor y alcanzar las estrellas!

Y entonces comprendí que las manos de Dios somos TÚ y YO. Nosotros somos los que tenemos la voluntad, el conocimiento y el coraje para luchar por un mundo más humano y más justo, aquellos cuyos ideales sean más altos que no puedan acudir a la llamada del destino, aquellos que desafiando el dolor, la crítica, la blasfemia, se reten a sí mismos para ser las manos de Dios.

Señor, ahora me doy cuenta que mis manos están sin llenar, que no han dado lo que deberían dar.

Te pido perdón por el amor que me diste y que no he sabido compartir. Sé que las debo usar para amar y conquistar la grandeza de la creación. El mundo necesita esas manos llenas de ideales y estrellas, cuya obra magna sea contribuir día a día a forjar una civilización. Unas manos que busquen valores superiores, que compartan generosamente lo que Dios nos ha dado y puedan al final llegar vacías al cielo porque entregaron todo el amor para el que fueron creadas.


Y entonces Dios seguramente dirá:

- ESTAS, ¡SON MIS MANOS!.



HIMNO DEL IV ENAJOMIS




Himno: Discípulos Misioneros de Jesús

Somos la esperanza de un mundo mejor

Somos de la Iglesia el nuevo amanecer

Somos mensajeros de vida y de paz,

Somos pregoneros de la libertad.

Cristo es nuestro camino

Cristo es nuestro destino,

vamos con El...



SOMOS LA LUZ, LA SAL DE LA TIERRA

ES UNA CRUZ NUESTRA BANDERA

NUESTRA MISION NO TIENE FRONTERAS

SOMOS ANTORCHAS QUE VAN POR EL MUNDO

LLEVANDO ENCENDIDAS LA FE Y EL AMOR.

SOMOS SEMILLAS DE LUZ Y ESPERANZA

[SOMOS AMIGOS....

DISCIPULOS MISIONEROS DE JESUS EN EL MUNDO DE HOY]





Somos de la tierra, de fuego y de amor,

nos duele la injusticia, el hambre y la opresión.

Sentimos hoy la fuerza del Espíritu de Dios...

anunciar la Buena Nueva es nuestra misión.

Cristo es nuestro camino,

Cristo es nuestro destino,

vamos con El...



Jóvenes de esta tierra americana,

donde falta Cristo, allá debemos ir.

Hoy el mundo quiere testigos de verdad

que dan hasta la vida tan sólo por amor...

Y aprendamos de María

la discípula y maestra

que dijo sí a Dios....
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jueves, 11 de septiembre de 2008

Nuestra Señora de Coromoto
Patrona de Venezuela
Fiesta: celebrada tres veces al año, el 2 de febrero y el 8 y 11 de septiembre.

A la llegada de los españoles a la región de Guanare, hacia el 1591, un grupo de indios de la tribu de los Coromotos decide abandonar su tierra y huir hacia el río Tucupido, porque no quieren nada con los blancos ni con la religión que ellos traen. Cincuenta años después los indios, que siguen sin convertirse al Evangelio, viven en un poblado no muy distante de la villa de los españoles; ambos grupos viven en armonía, pero permanecen aislados entre sí.

Estando así las cosas, una mañana del año 1651, el cacique de los Coromotos, junto con su esposa, contempla asombrado una extraordinaria visión. En la quebrada del río Tucupido, sobre la corriente de las aguas, una hermosa señora los está mirando con una amable expresión en su rostro; el pequeño niño que lleva en sus brazos también les sonríe plácidamente. La misteriosa señora llama al cacique y le ordena: "Sal del bosque junto con los tuyos y ve donde los blancos para que reciban el agua sobre la cabeza y puedan entrar en el cielo".

El cacique impresionado por lo que ha visto y oído, decide obedecer a la bella señora y marcha con su tribu para ser instruido en la religión cristiana. Sin embargo, el indio, acostumbrado a la libertad de los bosques no puede adaptarse al nuevo régimen de vida y junto con su familia, se vuelve a su aldea en la selva. La señora se aparece nuevamente, esta vez en la modesta choza del indígena; y aunque la Virgen se presenta rodeada de un aura luminosa cuyos rayos inundan de fuego todo el bohío, no logra conmover al cacique que, enojado, trata de echarla y hasta llega a tomar sus armas con la clara intención de amenazar a la amable señora. Siempre sonriente, la Virgen avanza suavemente hacia el cacique y cuando este extiende con ira su mano para atraparla, ella desaparece ante su vista. En el puño cerrado del indio coromoto quedó una pequeña estampa en la que ha quedado impresa la imagen de la Señora.

El mal ejemplo es un obstáculo para que otros encuentren la verdad sobre Jesucristo. Siempre ha sido así. No por eso la verdad cambia. ¡Cuantos se han separado de la Iglesia por el mal ejemplo de un sacerdote o de alguien que está identificado con la Iglesia!. ¡Que gran responsabilidad tenemos los cristianos al ser embajadores de Cristo! Debemos al mismo tiempo recordar que nuestra fidelidad a la Iglesia se fundamenta en Dios que nunca falla. Cuando vemos el pecado ajeno, en vez de separarnos de la Iglesia, debemos examinar nuestro propio comportamiento que es por el que seremos juzgados. Pero que difícil es eso cuando nunca se ha conocido a Jesús, como en el caso de los indios. ¿como pueden llegar a distinguir entre los católicos malos y la verdad de su religión?. Por la dificultad de ello es que viene la Virgen a Venezuela, y con su amor de madre lleva a los indios a superar el obstáculo de las diferencias culturales y a recibir por la Iglesia a Jesús.

La Virgen de Coromoto es una diminuta reliquia que mide 27 milímetros de alto por 22 de ancho. El material de la estampa pudiera ser pergamino o "papel de seda"; la Virgen aparece pintada de medio cuerpo, está sentada y sostiene al Niño Jesús en su regazo. Su apariencia es de ser dibujada con una fina pluma, trazada como un retrato en tinta china a base de rayas y puntos.

La Virgen y el Niño miran de frente; erguidas sus cabezas coronadas. Dos columnas unidas entre si por un arco forman el respaldo del trono que los sostiene. La virgen cubre sus hombros con un manto carmesí con oscuros reflejos morados. Un blanco velo cae simétricamente sobre sus cabellos cubriéndolos devotamente. La túnica de la Virgen es de color pajizo y la del niño es blanca como su velo.

La imagen se muestra a la veneración de los fieles protegida dentro en una riquísima custodia. El 7 de octubre de 1944, a petición de los obispos de la nación, Pío XII la declaró, "Patrona de la República de Venezuela" y su coronación canónica se celebró al cumplirse los tres siglos de la aparición, el 11 de septiembre de 1952.

El Emmo, Sr. Cardenal Arzobispo de la Habana, Manuel Artega y Betancourt, coronó la sagrada imagen de Nuestra Señora de Coromoto en representación del Papa Pío XII. Los venezolanos celebran a su patrona en tres ocasiones cada año, el 2 de febrero y el 8 y 11 de septiembre. El Santuario Nacional de la Virgen de Coromoto, lugar de encuentro de grandes peregrinaciones, fue declarado Basílica por S.S. el Papa Pío XII el 24 de mayo de 1949.




Mensaje de S.S. Pío XII con motivo de la Canónica y Solemne coronación de Nuestra Señora de Coromoto como Celestial Patrona de Venezuela

Venerables Hermanos y amados hijos, católicos venezolanos, que en la linda Guanare asistís conmovidos a la solemne coronación de vuestra Excelsa Patrona, Nuestra Señora de Coromoto:
Si siempre fue un espectáculo altamente atrayente y conmovedor el ver a una madre circundada por el amor y la devoción de sus hijos; ¿cuánto más lo será cuando, como en las circunstancias presentes, se trata de todo un gran pueblo que, no contento con haberse colocado hace diez años bajo el poderoso patrocinio de su Madre del cielo, anhela ahora exteriorizarle su acendrada piedad y su auténtica sumisión, colocándole en las sienes una preciosa corona y aclamándola como a su Reina y natural Señora?

Y es que este pueblo ha comprendido lo que significa la Virgen Santísima en la historia de las naciones!

Imposible sería ni pergeñar siquiera, prescindiendo de su dulcísimo Nombre, la de vuestro inmenso continente cuya ruta encontró con gesto audaz la ruda proa de una nao que se llamaba precisamente «Santa María» y en un día consagrado a la Virgen del Pilar; cuyo primer nombre, en la piadosa e ingenua lengua de sus descubridores, fue «Archipiélago del mar de Nuestra Señora»; y cuyas playas hollaron por primera vez aquellos esforzados campeones que, bajo el hierro de las armas, escondían un corazón tiernísimo, amante de su Madre celestial, come lo fue vuestro Alonso de Ojeda, el hombre que llevaba siempre consigo una imagen de la Reina de los Ángeles y que iba dejando su recuerdo —al incorporarlos al mundo— en las denominaciones de los pueblos y ciudades, de las cimas de las montañas y de los puertos de vuestra nación, una nación eminentemente mariana.


Porque ésta es efectivamente, venezolanos queridísimos, una de vuestras más fúlgidas glorias. Canten unos la belleza de vuestras gigantes cimas, de donde se despeñan abundantes y caudalosos ríos que, atravesando ora las interminables llanuras de suaves y sabrosos pastos, ora las tupidas forestas ricas en toda clase de maderas preciosas, van a desembocar en las feraces tierras del próspero litoral o a mezclar sus aguas con las del imponente Orinoco; celebren otros la suavidad perenne de vuestro cielo, lo templado de su clima o la buena y amable condición de vuestra gente; pondérese justamente la riqueza que el Señor ha escondido en vuestro suelo o el alto ingenio de vuestros hijos, que tan ilustres nombres —un Mariano de Talavera, un Andrés Bello— han dado a la Iglesia y a la cultura de toda la América hispánica; para Nos, especialmente en estos momentos, Venezuela será siempre la tierra de la Virgen y, al recorrerla con la imaginación, lo que nos vendrá al recuerdo será la Maracaibo de Nuestra Señora de Chiquinquirá, más al sur la Tariba de Nuestra Señora de la Consolación, hacia el centro la Valencia de la Virgen del Socorro, todavía más allá Nueva Barcelona con su Virgen del Totumo, y como capital, Caracas con sus santuarios de la Merced, de Altagracia y de la Soledad, para citar solamente los primeros que se nos vienen a las mientes. Y todavía, si del continente quisiéramos saltar a las islas nos saldrían a esperar, en la isla Margarita, las torres del templo de Nuestra Señora del Valle.
Pero hay un rincón escogido, al borde de los Llanos y a la sombra de la imponente sierra de Mérida, que la Madre de Dios prefirió entre todos. Estamos en los primeros capítulos de la colonización, segunda mitad del siglo dieciséis. Juan Fernández de León —una recia personalidad donde una vez más se hermanan las ansias expansivas y apostólicas de España y Portugal— funda la «Ciudad del Espíritu Santo del valle de S. Juan de Guanare». El Evangelio parece que penetra con buenos auspicios en nuevos e inmensos territorios; pero hay un alma rebelde y es precisamente la que más interesa conquistar. Es ahora la mitad del siglo diecisiete cuando, para acabar de vencer todos los obstáculos, florece el prodigio. Sobre las aguas tranquilas que corren hacia el fondo de la quebrada —según narra la tradición— una hermosa Señora invita repetidamente a la sumisión y al bautismo. Y cuando tras la rebeldía estalla la violencia entre las manos airadas del que no quería rendirse a la gracia queda esa imagen —vencedora al fin— de Aquella que sabe siempre ganar para gloria suya y provecho nuestro.

El resto de la historia, hasta llegar al gran Santuario Nacional de principios del siglo pasado y hasta ese precioso relicario de hoy, lo sabéis perfectamente, aprendido acaso en el regazo de quien os dio la vida, y conservado entre los más amables recuerdos de una infancia lejana, cuando apenas erais capaces de retener más que la idea central, la misma que esa preciosa joya simboliza: una Venezuela idólatra. transformada en un país cristiano por la intervención maternal de María Santísima; cosa que, como muy bien ha dicho vuestro Episcopado, es «gloria que enaltece y anima vuestra piedad y prenda de maternal amor que empeña la gratitud nacional».


¡Aclamadla, sí, aclamadla, amadísimos venezolanos como medio principal de que la divina providencia se valió para llevaros el beneficio inestimable de la fe! Pero quienes va la poseéis, los que os decís hijos de una nación católica, corred ante su trono de amor y de gracia pidiéndole que os la conserve y os la consolide, libre de las influencias malsanas que buscan ponerla en peligro.
Pedidle que la Iglesia, fundada por su Divino Hijo para salvación de vuestras almas, pueda hacer llegar a todas partes el beneficio inestimable de la educación cristiana sin trabas de ninguna clase; que la familia, célula fundamental de toda sociedad, se salve de la carcoma que la corroe, manteniendo intactas su santidad y unidad; que la caridad de Cristo triunfe en las relaciones sociales haciendo llegar a todos los beneficios del justo progreso y del razonable bienestar; que no arraiguen jamás en el pródigo terruño venezolano doctrinas extrañas, especialmente aquellas que ofenden a Ella y a su precioso Hijo negándoles las más excelsas de sus prerrogativas; y que, reconociendo todos su verdadera maternidad, todos se sientan hermanos en Jesucristo, hijos de un mismo Padre que está en los cielos, que pueden y quieren vivir en paz, para dar al mundo, agitado por el odio y por la violencia, el ejemplo de una nación que sabe gozar de los beneficios de la fraternidad cristiana.

¡Hazlo así Tú, Madre amorosísima de Coromoto, Reina del pueblo venezolano, que te dignaste honrar con tu presencia, salvaguardia invencible de su fe! Y escúchalos cuando te cantan : «No permitas que sucumba / nuestra patria en la tormenta ; / la fe de nuestros mayores / en sus ámbitos renueva».

Con estos sentimientos y estos deseos, encomendándoos a vuestra Madre y Reina, os bendecimos, amados hijos: a Nuestro dignísimo Legado, a Nuestros hermanos en el Episcopado, a todo el pueblo venezolano y a cuantos, de una manera o de otra, oyen Nuestra voz, que quiere ser siempre pregonera de Nuestro amor de Padre y testimonio de Nuestra devoción filial a la augusta Reina de los cielos.

Estado Ciudad del Vaticano, en la madrugada del 11 al 12 de septiembre de 1952.



"Nuestra Señora de Coromoto" es una advocación mariana de origen venezolano.

La historia de esta advocación mariana data de un hecho que según la leyenda, ocurrió en las selvas de Portuguesa, Venezuela, el 8 de septiembre de 1652, donde la Virgen María se le habría aparecido al indio Coromoto, cacique de los indios Cospes, pidiéndole que tanto él como su gente se conviertan y se bauticen. Según la tradición oral, el cacique le relató lo sucedido a su encomendero, don Juan Sánchez, varios indígenas cospes se convirtieron y se bautizaron, pero no el cacique, quien se quedó solo en la selva, la Virgen se le aparece otra vez, y Coromoto, enceguecido por la ira, alza su brazo para agarrarla y desaparece, la aparición se materializó en una estampilla hecha de fibra de árbol (esta misma imagen se venera hoy en Guanare).

Cuenta la leyenda que Coromoto es mordido por una serpiente venenosa y vuelve a Guanare, herido y a punto de morir, comenzó a pedir el Bautismo, y al bautizarse, se convierte en apóstol y rogó al grupo de indios cospes rebeldes que estaba bajo su mando, que se bautizaran.

Meses después, Coromoto, ahora con el nombre cristiano de Ángel Custodio, muere en buena vejez. El Papa Pio XII en 1950, la declaró Patrona de Venezuela y el Papa Juan Pablo II la coronó en su visita al Santuario mariano en Guanare.



miércoles, 10 de septiembre de 2008

martes, 9 de septiembre de 2008

UN VIDEO DESDE LA DIOCESE DE SAO JOSÉ DOS CAMPOS EN BRASIL


Bernadete, estamos muy agradecidos por este video...Dios te bendiga...nos encontramos unidos por la oración y el servicio que realizamos para la extensión del reino....y recuerda que TU VIDA ES MISIÓN!!!

lunes, 8 de septiembre de 2008

NATIVIDAD DE LA VIRGEN MARÍA


"Hoy nace una clara estrella, tan divina y celestial, que con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella. De Ana y de Joaquín, oriente de aquella estrella divina, sale su luz clara y digna de ser pura eternamente: el alba más clara y bella no le puede ser igual, que, en con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella. No le iguala lumbre alguna de cuantas bordan el cielo, porque es el humilde suelo de sus pies la blanca luna: nace en el suelo tan bella y con luz tan celestial, que, con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella".


Así canta el himno de Laudes de esta fiesta. Y el de vísperas no es menos encantador: "Canten hoy, pues nacéis Vos, los ángeles, gran Señora, y ensáyense desde ahora, para cuando nazca Dios. Canten hoy, pues a ver vienen, nacida su Reina bella, que el fruto que esperan de ella es por quien la gracia tienen. Digan, Señora, de Vos, que habéis de ser su Señora, y ensáyense, desde ahora, para cuando nazca Dios".


Y el día de su fiesta la saluda la Liturgia: "Celebramos el nacimiento de la Virgen María... Celebramos con gozo... ¿Quién es ésta que se asoma como alba? Cantamos de todo corazón la gloria de Cristo, en esta festividad del Nacimiento de la Virgen María... Hoy es el Nacimiento de María Santísima, cuya vida ilustra de esplendor a todas las Iglesias... Hoy ha nacido la Virgen María del linaje de David. Por ella vino la salvación del mundo a los creyentes, y por su vida gloriosa todo el orbe quedó iluminado... Tu nacimiento, Virgen Madre de Dios, anunció la alegría de todo el mundo... Todos los textos de la Liturgia de las Horas y de la Eucaristía son piropos a esta Mujer sencilla y humilde, pero a la vez la más grande que jamás vieron los siglos, que acaba de nacer...


¡Felicidades, Madre! Felicidades por Ti, por tu nacimiento. Felicidades, Madre, porque ibas creciendo en el oscuro camino de la fe. Felicidades, Virgen peregrina, porque nos enseñas la ruta de la santidad. Felicidades, Madre, porque un día, un mes, en un lugar, de unos padres... naciste como cualquiera de nosotros y sin embargo de Ti nacería el Salvador del mundo unos años después. Felicidades, la pobre de Nazareth. Felicidades, Madre, porque todos felicitarán "a la amada, la paloma única, la perfecta". Felicidades, Madre, porque eres la cima, la altura donde reside la divinidad. Felicidades, Madre, porque eres la "Tierra de delicias" como te llama Malaquiás. Felicidades, Madre, porque eres la Madre de Dios y mía también.


El día de la Natividad de la Virgen, es un día muy tierno, muy dulce para disfrutar de la sencillez y humildad de la Virgen María.
Este es un canto que recuerda su nacimiento y que se canta en mi comunidad desde tiempos antiguos. Gocemos con la Niña María y aunque sea por un día seamos capaces de hacernos "niño/as" como Ella.

Despacito ángeles bellos
cuidadito que esa Niña
ha nacido para darle
al mundo remedio y vida,
venga aquí abajo, venga la Niña
que Dios por ella vendrá algún día.

Derramando mil dulzuras
gracias, mercedes y dones
nació la flor peregrina
en la mitad de la noche,
ay que graciosa, ay que bonita,
ay que olorosa, ay que chiquita.

Contentos y alborozados
estaban Joaquín y Ana,
porque tienen en sus brazos
a la Niña deseada,
ven dulce Niña, sacro tesoro
ven gran Señora, ven con nosotros.

¡Felicidades a todas las Natis!

domingo, 7 de septiembre de 2008

Evangelio según San Mateo 18,15-20.

Si tu hermano peca, ve y corrígelo en privado. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano.
Si no te escucha, busca una o dos personas más, para que el asunto se decida por la declaración de dos o tres testigos.
Si se niega a hacerles caso, dilo a la comunidad. Y si tampoco quiere escuchar a la comunidad, considéralo como pagano o publicano.
Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo.
También les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se lo concederá.
Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos".
Necesitamos orar

Nos habla el Evangelio de este domingo de corrección fraterna, del poder de atar y desatar que el Señor concede a los Apóstoles, a los sacerdotes. Y nos habla de oración. Vamos a dedicar este comentario dominical a esta necesidad que hoy tiene el mundo de que los creyentes oremos con mucha fe. El mundo necesita muchas cosas, pero de un modo muy especial, y gran parte de las veces sin saberlo, necesita que oremos por sus problemas, que no siempre se resuelven con mucho hablar, mucha política, mucha diplomacia y mucho dinero. Hace falta la ayuda de Dios. Pero hay que saber orar, y se aprende sencillamente orando.

Los discípulos pidieron a su Maestro diciéndoles: Señor, enséñanos a orar. Y, Jesús, que siempre esta dispuesto a enseñarnos les enseño lo que nosotros llamamos "El Padre Nuestro".

1. QUE ES LA ORACION? Es conversar con Dios. El desea conversar con sus hijos y escucharles sus oraciones. La oración es una forma de mantener viva la relación con nuestro Padre Celestial.

La oración nos ayuda a enfrentar los problemas de todos los días.

2. ¿COMO ORAR? Jesús nos enseño que debemos empezar dirigiéndonos a Dios Padre. "Padre nuestro que estas en los cielos...". A continuación viene lo que necesitamos pedirle, y debemos terminar la oración "....en el nombre de Jesús nuestro Salvador, amen".

Debemos terminar así porque Jesús es nuestro mediador.

3. ¿CUANDO ORAR? Dios nos oirá en cualquier momento. En todo tiempo podemos orar. Es bueno que ores al levantarte y al acostarte. También, cuando tengas problemas o cuando estés contento.

4. ¿DONDE ORAR? Recuerda que Jonás oro en el vientre de un pez y Dios lo escucho. Daniel oro en el foso de los leones y Dios lo escucho. Pablo y Silas oraron en la cárcel y Dios les oyó y les libro. Así, también tu puedes orar en cualquier

lugar. Es recomendable que escojas un lugar tranquilo donde nadie interrumpa el momento de oración.

5. ¿QUIENES PUEDEN ORAR? Pueden orar a Dios todos los que son sus hijos.

Recuerda que Jesús enseñó así: PADRE NUESTRO...” (San Mateo 6:5-15). Son hijos de Dios todos los que le reconocen a EL como padre, y si alguno todavía no lo ha hecho puede orar pidiéndole a Dios Padre que le haga su hijo y que le perdone sus pecados.

Dios responde, porque así lo promete en su Palabra. (El no miente).

6. ¿POR QUE ORARA? Porque Dios desea tener comunión con sus hijos y nosotros necesitamos tener comunión con El.

La oración es un medio que nos da nuestro Padre Celestial para comunicarnos con El en cualquier momento.

7. TIPO DE ORACION. Hay varios tipos de oración, por ejemplo:

a) De agradecimiento.

b) De petición.

c) De intercesión.

d) De adoración.

e) De emergencia.

f) De alabanza.

Algo muy importante es que nuestra oración debe someterse a la voluntad de Dios.

No olvides que su voluntad es siempre agradable y perfecta. El no hará nada en contra de su voluntad por mucho que se lo pidamos. (Es esta una buena síntesis de la doctrina sobre la oración de Fernando Ocares, de Santiago de Chile)

Ora cada día. Solo o en grupo. Pide por todo el mundo. Y dale gracias a Dios por lo mucho que nos da cada día.


ORACIÓN DEL JOVEN

REFLEXIÓN


UN POCO DE HUMOR

HUMOR CON AGUA BENDITA :

- Una señora le dice al padre de la iglesia: La Biblia dice que debo de orar sin mi esposo y el padre le responde: ¿Donde dice eso? y ella le responde: "Orar sin cesar"

- Un borracho sube a un micro y mas atrás sube un sacerdoter y el sacerdote le dice: “Te vas al infierno” y el borracho dice: “por favor, quiero bajarme, por que me equivoqué de micro”.

- En el pueblo no había luz eléctrica pero en la iglesia ponían una batería de carro con bombillos de carro y con eso se alumbraban. Había un señor que a penas era la predicación se dormía. Un día se apagó la luz por no se que motivo y este señor estaba dormido, el sacerdote continuo predicando a oscuras, el señor se despierta y comienza a gritar "por favor hermanos oren por mi porque quede ciego"

- Una pulga le dice a otra pulga: ¿Donde se van las pulgas cuando mueren? La otra pulga dice: al pulgatorio

- Un hombre caminando por el desierto, sediento y sin fuerzas, en eso miro un León a lo lejos. Se arrodillo y empezó a orar diciendo ¡Señor que no me coma este León! en eso vio que el león estaba arrodillado también, y dijo ¡Gracias Señor que el león es cristiano! Y el León oraba ¡Señor bendice estos alimentos!.

- Había una vez una profesora que en su clase ve llegar a dos alumnos tarde y le dice primero a uno "Pablito porque llego tarde" a lo que el le contesto es que el Señor me entrego un sueño en el que viajaba por Italia Francia y todo Europa y a donde el sueño estaba tan emocionante me quede dormido. La profesora dijo a OK y usted Jorgito porque se quedo dormido y el dijo "Es que yo fui a buscarlo al aeropuerto"

- Cuenta que un señor, invita a un granjero a la iglesia, pero este le dice que no puede ir porque no tiene quien le cuide las gallinas, el señor sabiamente le contesta, que Dios se las va a cuidar, el granjero acepta y cuando están en la iglesia, el sacerdote predica y empieza a decir Dios esta aquí, Dios esta Aquí; en eso el granjero contesta si Dios esta aquí entonces quien cuida a mis gallinas y sale corriendo de la iglesia

- ¿Qué le dijo Adán a Eva? - “ Tu eres la única en mi vida”

- Entra un borracho a la iglesia y todos los feligreses se quedan asombrados. El curita nervioso detuvo la homilia. El borracho le dice al curita: “Siga predicando padre”, pero el padre responde: “Es que perdí el hilo”. Entonces el borracho se enfada y dice: “¡Nadie sale de aquí hasta que le encuentren el hilo al cura!”

La Iglesia nace como misión del acto del Padre que envía a su Hijo a nosotros, aceptado y creído gracias a la misión del Espíritu: el Cristo, enviado por el Padre, realiza su misión en plena fidelidad filial, conducido por el Espíritu. Sin Cristo no hay misión: él es principio, objeto y agente principal de la misión.

Cristo es el primer misionero de Dios, el profeta del Reino, el único y último Mediador de la salvación. Él ha sido enviado por el Padre, con un proyecto de salvación trinitario ideado y preciso, que realiza en toda su vida, pero en modo especial en la Encarnación y en la Hora pascual. En la misión de la Iglesia continúa la misión de Cristo, no en el sentido que a la misión de Cristo sigue la de la Iglesia, sino en el sentido que la misión de Cristo continúa en la misión de la Iglesia, Cristo realiza su misión con ella, es más, como Cristo es el misionero principal, la Iglesia realiza su misión con él. Se realiza así el gran evento de la contemporaneidad de Cristo. Cristo puede ser nuestro salvador solo si es contemporáneo a nosotros.

La misión de la Iglesia hace contemporáneo a Cristo, para que él pueda salvar a todos los hombres. Sobre esta base se fundan las modalidades concretas de la misionariedad de la Iglesia y el diálogo interreligioso, este también re-conducible por una modalidad de la evangelización. En efecto, dejando firme este compromiso, “conserva íntegra, hoy como siempre, su fuerza y su necesidad… Porque cree en el designio universal de salvación, la Iglesia debe ser misionera”