domingo, 17 de agosto de 2008


CAM3 - COMLA8
Iglesia Católica inaugura Misión Continental
Sábado 16 de agosto de 2008

Quito (EVARED) - Dando cumplimiento a los acuerdos asumidos en mayo del 2007, en la V Conferencia de Aparecida, los obispos de América Latina y El Caribe realizan este domingo 17 de agosto el lanzamiento oficial de la Misión Continental.

La Misión Continental es una manera de anunciar que la Iglesia quiere renovarse, un cambio de actitud en la forma de ser cristiano, un salir de las cuatro paredes del templo al encuentro con el otro, con el hermano, con el prójimo, con el pobre, con los marginados y excluidos.

La clausura del Tercer Congreso Misionero Americano, CAM 3 y COMLA 8, es sin duda el mejor escenario para este gran evento de la Iglesia Latinoamericana. El tema del Congreso: "la Iglesia en discipulado misionero" y el lema: “Con Cristo, escucha, aprende y anuncia”, así como sus objetivos, han estado orientados en la línea de Aparecida. Todos los bautizados están llamados a ser discípulos misioneros, se trata de dos caras de la misma medalla.

Monseñor Raymundo Damasceno Assis, Presidente del CELAM, presidirá el rito de envío, que contará con la participación de los Presidentes de las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe, tres mil misioneros del continente y unos treinta mil creyentes del Ecuador. La Eucaristía se iniciará a las 10 de la mañana y estará presidida por el Cardenal, Nicolás de Jesús López Rodríguez, Arzobispo de Santo Domingo, República Dominicana, enviado especial del Papa.

Después de la comunión, se efectuará el rito del envío, como señal de la apertura de la Gran Misión Continental. El símbolo que se entregará a las conferencias episcopales de cada país es un hermoso retablo cusqueño, que expresa el sentido del compromiso misionero del cristiano y el tema de Aparecida: “Discípulos misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él, tengan vida”.

Corresponde a las Conferencias Episcopales ofrecer los lineamientos pastorales para el desarrollo de la Misión, que debe implementarse en cada diócesis y en cada parroquia. Lo que se busca con este acontecimiento de gracia, es avivar el espíritu misionero de los bautizados y poner a la Iglesia, en estado permanente de Misión.

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