domingo, 8 de febrero de 2009

ENCUENTRO CON EL OBISPO


La Verdad - Dayana Fernández - Maracaibo -

Desde la puerta de cristal se escuchan los instrumentos musicales. La batería y el teclado marcan la pauta. Es el grupo Voces de Cristo que con sus cánticos y alabanzas inician la segunda parte del sexto encuentro de jóvenes con el arzobispo de Maracaibo, monseñor Ubaldo Santana. La euforia de tres mil muchachos entre 13 y 18 años hacía vibrar el salón Bolívar del Palacio de los Eventos.

Son las 9.00 de la mañana. Comienza el encuentro con la presentación de cada una de las 64 parroquias religiosas que se sumaron a las organizaciones, grupos de oración y colegios arquidiocesanos presentes en el evento. La intención: compartir experiencias y demostrar su amor por Jesús, el hijo de Dios. El gran salón se convierte poco a poco en una fiesta de oración.

Una máquina escupe muchos papelillos blancos y plateados que se unen luego con los turquesa, amarillos, rosados y verdes, llenando por completo la alfombra vinotinto del lugar. Cadenas de globos de colores guindan del techo y cada espacio de los dos pisos de terraza están cubiertos con las pancartas hechas por los jóvenes de las parroquias o instituciones católicas que acudieron al llamado de Jesús.

Los papelillos anuncian que el acto central de la reunión estaba por llegar. Ya eran las 11.00 de la mañana. Aunque el frío del aire acondicionado del Palacio de los Eventos se sentía con fuerza fuera del salón, al entrar el calor humano era envolvente. Dos animadores hacían tiempo mientras se preparaba la próxima actividad, las palabras del arzobispo, quien durante el principio conversó con los fieles y posó para tomarse fotos con los celulares y cámaras digitales.

Esta vez el salón no está lleno de sillas y mesas, como cuando se celebra una fiesta formal. Su amplio patio está libre y los jóvenes lo usan a su antojo. Todos con jeans, sentados en la alfombra, con las piernas cruzadas de frente a la réplica de la Virgen de Chiquinquirá y a la imagen del apóstol San Pablo, que se ubicaban en las esquinas de la tarima.

"Nuestro pastor quiere hablarnos, para escucharlo estamos aquí". La animadora abre espacio para monseñor Ubaldo, quien toma el micrófono y se une a los que están en el patio. Aparecen al menos 10 hombres que, uniformados con suéteres color mostaza, tratan de aplacar el ímpetu de los muchachos. "Hagamos silencio para escuchar, debemos hacer silencio".

No sólo los curas sirven a Dios

"Gracias por acudir a este encuentro, donde nos encontramos con Jesús y resaltamos la amistad, alegría y fraternidad entre nosotros". La primeras palabras del arzobispo calman los ánimos. Entre consejos y citas bíblicas suelta el mensaje. "El llamado de Jesús a los jóvenes es para que ayuden al mundo a liberarse de los miedos y a que colaboren para que la violencia no destruya lo que tenemos. Para Dios nada es imposible".

Más tarde, monseñor Ubaldo Santana explicaría que el encuentro tiene un fuerte tinte vocacional que está detrás del rescate de la juventud. "En el encuentro, además de una conexión con Dios, los muchachos consiguen palabras de aliento y consejos. Les recordamos que la vida se puede ver distinta a través del servicio y que no sólo siendo sacerdote o religiosa puede servirle al Señor. Buscamos cultivar también la idea de formar familias fortalecidas en la fe católica, religiosos misioneros o contemplativas".

Al finalizar el mensaje, las luces se apagan y una fila de muchachos entra al salón con velas blancas encendidas. Otro grupo carga la Cruz Vocacional, objeto simbólico con el que se realiza una serie de visitas durante el año y que marca el inicio y el fin de cada encuentro. Suena de nuevo la música y sueltan más papelillos. La reunión se encuentra en su momento cumbre. La alabanza se adueña del lugar y el compromiso de los jóvenes de hacer llegar esa cruz a cuantos lugares sean posible se escucha en los parlantes.

El calor humano se hace más fuerte y las pieles se erizan mientras que las velas dan vuelta alrededor de la cruz que promete volver al palacio de los eventos en el 2010 para celebrar a lo grande un fructífero recorrido y los 300 años de la aparición de la Virgen de Chiquinquirá.
La alegría no para. Esta vez Carisma Pop sube al escenario para dar por concluido el encuentro. El teclado y la pandereta son los protagonistas de la canción Eres Todopoderoso.

Los aplausos y cánticos suenan poco a poco. Los más osados consiguieron la manera de tumbar una de las filas de globos que guindan del techo para acompañar el final con una ráfaga de explosiones. "Será hasta el próximo año, cuando nos encontremos para alabar todos a Dios". Se despiden los animadores.

Comprometidos

*Yéssica Boscán, estudiante de 15 años y fiel de la iglesia La Transformación del Señor, ubicada en la parroquia Los Cortijos. "Esta es la tercera vez que nuestro grupo, Nosotros Más Cristo, participa en el encuentro. Vinimos 20 muchachos a crecer de manera espiritual porque asistir a esta celebración nos ayuda a formarnos como iglesia y a compenetrarnos como grupo".

*Berli Echeverría, estudiante de 16 años de la escuela arquidiocesana Niños Cantores Ciudad de Dios. "Los mensajes del arzobispo son muy sabios, nos hacen reflexionar sobre el futuro de nuestras vidas dentro y fuera de la iglesia. Es la experiencia más linda, en donde tenemos una fuerte conexión con Dios, que es lo más importante".

*Ligia Pirela, estudiante de 16 años, participante del grupo Estrella de la Mañana de la iglesia Nuestra Señora de Fátima. "Este es el segundo año que venimos y encontramos más grupos interesados. El momento es irrepetible, cada año es mejor, con experiencias únicas. Estar con Dios es lo mejor, debemos orar frente al santísimo".

*Leonardo Conde, estudiante de 17 años, perteneciente a la parroquia Cristo de Aranza. "El encuentro es un momento para compartir con otros jóvenes y alabar a Dios diferente, de una manera más divertida. Este tipo de actos son los que les gusta a los jóvenes y en cada iglesia

Detalles

*El encuentro de los jóvenes con el arzobispo se hace una vez al año cercana a la fecha del día de la juventud.

*Cada año se le asigna la cruz de la vocación a una institución o parroquia. Sus participantes se encargan de realizar un cronograma de visitas para captar más fieles e invitarlos al próximo encuentro.

*La celebración de 2010 estará enmarcada en los 300 años de la Virgen de Chiquinquirá.

*El encuentro trata de inculcar y promover las cuatro maneras de servir a Jesús desde el catolicismo. Por la consolidación de la familia, la dedicación al servicio de otros como sacerdote o religiosa, servicio misionero o servicio religioso contemplativa. Se busca el rescate de la vocación.

*Se concentran católicos de las organizaciones religiosas del Zulia. En 2008 recibieron la visita de personas de La Concepción, La Cañada, La Guajira, San Francisco, Isla de Toas y Maracaibo.



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