lunes, 1 de octubre de 2007

OCTUBRE MISIONERO


Un misionero es un cristiano encargado de salir de su lugar de residencia con el fin de evangelizar a la gente de otros sitios. Normalmente eran monjes encargados de adentrarse en territorios fuera del control de su religión y fundar asentamientos denominados misiones.
Durante la conquista y colonización española y portuguesa de América, los misioneros eran los encargados de construir asentamientos en las zonas más alejadas de los centros cívicos de la época, también eran los encargados de evangelizar a los naturales de esas zonas. Un dato curioso fue el caso de la evangelización de Hispanoamérica, en la que los jesuitas defendieron los derechos de los nativos, frente a la corriente que tomaron los colonos hispanos. Entre otras cosas fueron partidarios de perpetuar el idioma de los nativos y varias de sus costumbres. Actualmente, algunos grupos misioneros más conocidos son: Cáritas, Carmelitas, Cartujos ,Dominicos, Franciscanos, Hermanas de la Caridad, Hermanos de la Caridad Contemplativos, Jesuitas, Mercedarios, Hermanos de las Escuelas Cristianas, Misioneros Combonianos, Salesianos, y Padres Blancos.
Qué son las Obras Misionales Pontificias
Las Obras Misionales Pontificias (OMP) son una institución de la Iglesia universal y de cada Iglesia en particular, encargada de infundir en los católicos, desde la infancia, el sentido verdaderamente universal y misionero, y de recoger eficazmente los subsidios para bien de todas las misiones, según las necesidades de cada una. Son el instrumento oficial y principal de todas las Iglesias para la cooperación misionera.
"Entre todas las obras de asistencia intereclesial, las OMP deben ocupar siempre el primer puesto por dos razones: en primer lugar, porque se dirigen a todos los bautizados, a todas las comunidades cristianas y se preocupan de las necesidades de todas las Iglesias de misión: son el seno de la Iglesia, la expresión del sentido católico y de la comunión universal; en segundo lugar, porque las OMP tienen la finalidad de cooperar al anuncio del mensaje evangélico, que es el deber prioritario de la Iglesia" (Est. OMP Cap I N° 8b)
Nacidas de particulares iniciativas carismáticas, las OMP se han desarrollado con el apoyo de la Santa Sede que, seguidamente, las hizo organizaciones pontificias para asegurarles mayor eficacia y un carácter universal.
¿Por qué se llaman Obras? Una obra es el resultado del trabajo o de la acción: en el trabajo misionero, "Obra" es lo que se realiza en bien al prójimo. Se llaman Obras para distinguirlas de una simple actividad apostólica transitoria. Son Obras porque representan una "organización" eclesial.
¿Por qué Misionales? Porque nos educan en el espíritu misionero universal y porque nos llevan a compartir la fe en Jesucristo y nuestros recursos económicos, espirituales y humanos, con los demás hermanos de las iglesias y comunidades nacientes. Ellas ayudan a que los cristianos y sus comunidades comprendan y cumplan su misión universal.
¿Por qué Pontificias? Porque están aprobadas expresamente por el Papa como obras evangelizadoras misioneras. Además, están a su disposición para ayudarle a cumplir tan alta misión.
Finalidad de las Obras Misionales Pontificias
Las OMP tienen, principalmente 2 finalidades:
A.- Animación Misionera
Formar e informar en todo lo relacionado con la misión
Animar misioneramente para la Nueva Evangelización y para la misión Ad Gentes
Promover el espíritu misionero universal en el seno del Pueblo de Dios
Despertar y profundizar la conciencia misionera del Pueblo de Dios, informando sobre la vida y necesidades de la misión universal.
Recordar a los Pastores su responsabilidad misionera universal, invitándolos a participar en la evangelización del mundo.
Ser para cada diócesis, la Institución específica y principal, para la educación al espíritu misionero universal.
B.- Cooperación Misionera
Promover la cooperación espiritual y material para ayudar a la obra de la evangelización
Ayudar a la evangelización propiamente dicha, sin excluir, empero, la ayuda en el campo caritativo, social, médico, etc.
Favorecer de manera particular la colaboración con los Institutos misioneros que están al servicio de la evangelización del mundo "en nombre de la Iglesia y según la voluntad de la jerarquía"
Preocuparse de las necesidades de todas las Iglesias en Misión.
Suscitar vocaciones ad gentes y de por vida, tanto en las Iglesias antiguas como las más jóvenes.
Promover vínculos de íntima comunión en lo que se refiere a las riquezas espirituales, a los obreros apostólicos y a los recursos materiales.
Actuar, por un lado, como miembro privilegiado de comunicación de las Iglesias particulares entre sí, y por otro lado, entre cada una de ellas y el Papa.
Estimular a las Iglesias a rezar unas por otras, a ayudarse recíprocamente con el envío de personal y de medios materiales, suscitando así el espíritu de solidaridad en vista de la evangelización del mundo.
Las OMP son cuatro:
Obra de la Propagación de la Fe
Obra San Pedro Apóstol
Obra de la Infancia Misionera
Pontificia Unión Misional



OCTUBRE MISIONERO
El mes de Octubre, la Iglesia celebra el Mes de las Misiones, puesto que fue en este mes, que se descubrió el continente Americano, abriendo así una nueva página en la historia de la Evangelización. Este debe ser considerado en todos los países como el mes de la misión universal. En este mes (la fecha exacta varía según el país, entre el 10 y el 24 de Octubre), se realiza también Jornada Misionera Mundial (DoMund), "orientada a sensibilizar sobre el problema misionero, así como a recoger donativos" (RM 81). Todas las Parroquias y Colegios están invitadas a realizar la colecta en este día en favor de las misiones y a hacerse solidarios con nuestros hermanos de los cinco continentes, especialmente los de las Iglesias jóvenes.
DOMUND
....... Uno de los logros más importantes de la Iglesia misionera en nuestras diócesis en estos últimos años, ha sido, sin duda alguna, consolidar y hasta institucionalizar las actividades que se venían realizando alrededor de la Jornada del DOMUND, enmarcándolas en el OCTUBRE MISIONERO. Porque en el DOMUND se debe incrementar no sólo la colecta de unas cantidades económicas, sino la animación misionera de las comunidades cristianas, durante todo el mes de octubre -antes y después del DOMUND- es un recuerdo y, al mismo tiempo, una llamada a las comunidades y a cada uno de los cristianos a acentuar su cooperación misionera, realizando, desde sus posibilidades reales, una serie de iniciativas a través de las cuales vivan más intensamente el mandato que Jesús hizo a todos sus seguidores: "Id y predicad el Evangelio..." y en consecuencia, ejerciten responsablemente su derecho-deber a participar en la actividad misionera de la Iglesia.
....... Para ello, cada semana de Octubre se dedica a uno de los cuatro aspectos que tiene la "cooperación misionera":
 Semana de oración con y por la Iglesia misionera:"La oración debe acompañar el camino de los misioneros, para que el anuncio de la Palabra resulte eficaz por medio de la gracia divina" (RM 78).
....... Tiene como finalidad el que se manifieste la comunión de las comunidades cristianas con las Iglesias jóvenes por medio de la oración, para que el Señor - que es "quien da la fuerza"- siga alentándolas en los duros trabajos por el Evangelio
 Semana del sacrificio y dolor aceptados:....... "El sacrificio del misionero debe ser compartido y sostenido por el de todos los fieles" (RM 78).
....... Su objetivo es dar impulso a que cada cristiano ofrezca y aporte el dolor, el trabajo y el sufrimiento de cada día en apoyo a la ación evangelizadora de la Iglesia entre los no cristianos.
.......  Semana de la cooperación y ayuda económica:....... "Las necesidades materiales de las misiones son muchas y aumentan cada día. Los sacrificios económicos de los fieles son indispensables para construir la Iglesia y testimoniar la caridad" (RM 83).
....... Se pretende que cada comunidad y cristiano se planteen seriamente su aportación económica a las actividades de las misiones como signo visible del sentido de responsabilidad en el anuncio del Evangelio hasta los confines del mundo.
 Semana de oración por las vocaciones misioneras: ....... "El anuncio del Evangelio requiere anunciadores... hombres y mujeres consagrados de por vida a la obra del Evangelio, dispuestos a ir por todo el mundo a llevar la salvación" (RM 79). ....... La súplica al Señor y, al mismo tiempo, la promoción de las vocaciones para la misión universal de la Iglesia en el seno de las comunidades cristianas, con una incidencia especial en las familias y en los jóvenes, es el fin que se busca.
....... "...El penúltimo domingo de octubre proclamado "DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES", constituye el momento culminante. Esta jornada se celebrará en todas las Iglesias locales como fiestas de la catolicidad y solidaridad universal" (Est. II, art. I, 11).
....... "El Domingo Mundial de las Misiones, orientado a sensibilizar sobre el problema misionero, así como a recoger donativos, es una cita importante en la vida de la Iglesia, porque enseña cómo se ha de dar: en la celebración eucarística, esto es, como ofrenda a Dios, y para todas las misiones del mundo" (RM 81).
....... Pablo VI, refiriéndose al DOMUND, dice lapidariamente: "Genial intuición de Pío XI". Y efectivamente, fue así. El 14 de abril de 1926, el Domingo Mundial de las Misiones brota del corazón de la Iglesia a iniciativa e impulso de un Papa que ya había impregnado este espíritu misionero en su diócesis a través de un secretariado diocesano e, incluso había ya establecido una gran jornada anual en todas sus parroquias y centros religiosos.
....... En ese mismo año, tal espíritu misionero encuentra eco en España en el corazón y dinamismo de Don Ángel Sagamínaga que, en 1943, con una gran visión publicitaria, unió las dos sílabas iniciales de las primeras palabras y lanzó a la calle el DOMUND.
....... Pío XI en la fiesta de Pentecostés de 1922, año en que fue elegido Papa, interrumpió su homilía y, en medio de un impresionante silencio, se despojó de su solideo y lo tendió hacia la muchedumbre de obispos, sacerdotes y fieles que llenaban la Basílica de San Pedro, a la vez que pedía a toda la Iglesia ayuda para las misiones.
....... Siguiendo con palabras de S.S., el DOMUND es:
 "Un gran acontecimiento en la vida de la Iglesia".
 "Una ocasión de hacer sentir su vocación misionera a la Iglesia, a nuestros hermanos en el episcopado, al clero, a los religiosos y religiosas y a todos los católicos.
 "Una poderosa e insustituible ayuda a las misiones".
 "Un acrecentamiento de la fe tanto en las Iglesias de antigua cristiandad, como en las jóvenes Iglesias".
 "El gran día de la catolicidad" -como lo definió el cardenal Can Rossum- es, en efecto, ese toque de atención para despertar las conciencias de todos los cristianos y abrirse, en actitud solidaria, a todos los hombres del mundo que tienen el derecho de conocer a Cristo. "Exhorto a todas las Iglesias, a los pastores, sacerdotes, religiosos y fieles, a abrirse a la universalidad de la Iglesia, evitando cualquier forma de particularismo, exclusivismo o sentimiento de autosuficiencia" (RM 85).
....... El DOMUND, es por tanto, vivir juntos, fraternalmente y sin fronteras, el gozo de ser hijos de Dios con un claro universalismo misionero en colaboración intensa espiritual y generosa ayuda material. Es una mirada universal, abierta al mundo entero, como aquella con la que Cristo abrazaba a todos los pueblos y grupos humanos mientras repetía a sus discípulos: "Id al mundo entero y predicad el Evangelio". Es el grito de aliento y de esperanza para que, "con la confianza que brota de la fe" (RM 56) y con la fuerza del Espíritu Santo "protagonista de la misión" (RM 30), todo cristiano se empeñe en que el mensaje del Evangelio llegue hasta los confines de la tierra.
PATRONOS DE LAS MISIONES
Con fecha del 14 de diciembre de 1927 la Congregación de Ritos publicaba el decreto por el que, por decisión de Pío XI, se declaraba a “Santa Teresita patrona especial de los misioneros, hombres y mujeres, existentes en el mundo”. Se le confería este nombramiento “al igual que a San Francisco Javier, con todos los derechos y privilegios que comporta este título”. Eran derechos y privilegios del culto litúrgico.
De este modo San Francisco Javier (1506-1552), el mayor misionero de la Iglesia después de San Pablo, compartía su título de protector celeste de las Misiones con la santa Carmelita de Lisieux. A sus 15 años y tres meses ingresó en el Carmelo, del que nunca más salió hasta su muerte. San Francisco Javier había sido declarado ya en 1748 “patrón de todas las tierras al este del Cabo de Buena Esperanza”, para ser nombrado en 1904 “patrón de la Obra de la Propagación de la Fe”[3]. ¿No habrá en este hermanamiento patronal una reflexión a profundizar? Alguien se ha preguntado: “Ser los dos patronos de las Misiones conjuntamente. Este hecho mismo, ¿no tendrá algún mensaje que comunicarnos a nosotros hoy?”

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